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Las tropas kurdas se retiran hacia la orilla este del Éufrates, tal y como exige Turquía

Estados Unidos había asegurado con anterioridad que dejaría de apoyar a las YPG en caso de no hacerlo

Javier Pérez de la Cruz

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El delicado equilibrio de fuerzas parece mantenerse, por el momento, en el norte de Siria, un escenario que, con la intervención turca, se ha vuelto, si cabe, más complejo. Los actores implicados, tanto sirios como foráneos, solo comparten una idea: la necesidad de acabar con los terroristas de Daesh sigue justificando los movimientos e intereses de cada uno de ellos.

Las fuerzas terrestres de las YPG kurdas (Unidades de Protección Popular) han comenzado a retirarse de sus posiciones actuales en la estratégica ciudad de Manbij, en el lado oeste del río Éufrates. A través de un comunicado, el mando de las YPG ha asegurado que, una vez liberada de los yihadistas del Daesh, las tropas han comenzado a retornar a sus bases.

El escrito no especifica dónde se encuentran esas bases, pero diversas fuentes señalan que las tropas kurdas han retrocedido y cruzado el Éufrates. Esta era una exigencia de Turquía, que considera que las YPG no son más que la rama siria del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), con el que el Gobierno turco mantiene una sangrienta guerra en el sudeste de su territorio. El Coronel John Dorrian, portavoz de la operación « Resolución Inherente », que es el nombre dado por la coalición internacional liderada por Estados Unidos en la lucha contra Daesh, ha asegurado que «las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han cruzado el Éufrates hacia el este para prepararse para la futura liberación de Raqa».

Hace poco más de una semana las FDS, con apoyo de Estados Unidos, habían tomado de manos yihadistas la ciudad de Manbij . A pesar de contar con soldados de etnia tanto árabe como kurda, este cuerpo está liderado por las YPG. Después de clamar durante meses que no permitiría que fuerzas kurdas cruzaran el Éufrates, Turquía aceptó a regañadientes esta operación con la condición de que los elementos del YPG se retirarían al otro lado del río tras expulsar de Manbij a los yihadistas de Daesh.

No obstante, algunas voces se levantaron en Ankara denunciando que los kurdos no estaban cumpliendo el pacto. « Los turcos se pusieron nerviosos », aseguró una fuente oficial norteamericana al Washington Post. Según algunos expertos este es el motivo que desencadenó la operación «Escudo del Éufrates» del pasado miércoles, en la que fuerzas rebeldes apoyadas por tanques, aviones de combate y unidades especiales del Ejército turco atacaron y tomaron la ciudad de Yarábulus, a menos de 30 kilómetros al norte de Manbij. Este era el último enclave fronterizo que todavía estaba en manos de Daesh.

Fuentes diplomáticas citadas por el diario turco Hürriyet, también confirmaron que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry , llamó el jueves por la mañana a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, para anunciar la retirada de las unidades kurdas.

Estas noticias, sin embargo, contradicen los primeras reacciones por parte del lado kurdo. Por ejemplo, Redur Xelil, portavoz de las YPG, había asegurado que no retrasarían sus posiciones. Y ayer Saleh Moslem, el líder del PYD (Partido de Unidad Democrática, rama política de las YPG) publicó por las redes sociales el siguiente mensaje: « Turquía está en el lodazal sirio . Al igual que Daesh será derrotada».

EE.UU. pide la retirada de los kurdos

Estados Unidos, aliado de las dos partes, trata de hacer encaje de bolillos para mantener contentos tanto a kurdos como a turcos al mismo tiempo. Turquía se siente traicionada por el continuo apoyo a las YPG y ahora, tras el fallido golpe de Estado, el sentimiento antinorteamericano se ha disparado entre la sociedad turca. Por tanto, a Washington apenas le quedaban opciones más que apoyar la postura de Ankara en esta refriega.

De hecho, Joe Biden, vicepresidente de EEUU, de visita oficial en Turquía, anunció ayer que las YPG «no pueden y no podrán, bajo ninguna circunstancia, recibir apoyo americano si no mantienen ese compromiso [retirarse de Manbij]».

Ankara, por su parte, asegura que el objetivo de la toma de Yarábulus es eliminar tanto al Daesh como a las YPG. «Siria es la razón por la que estamos expuestos tanto al terrorismo de Estado Islámico como del PYD», ha asegurado el presidente Recep Tayyip Erodgan. «Tenemos que resolver esta cuestión».

La cuestión, parece, aún tardará en ser resuelta. En la segunda jornada de la operación «Escudo del Éufrates», Ankara ha enviado cerca de una decena de tanques más a territorio sirio, a pesar de que la ciudad de Yarábulus ya cayó ayer tras la poca resistencia presentada por los militantes de Daesh. «Turquía continuará con sus operaciones hasta que estemos convencidos de que las amenazas inminentes contra la seguridad nacional del país han sido neutralizadas», señalaba un fuente del Gobierno turco.

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