Tres niños hondureños se ahogan durante el viaje intentando llegar a EE.UU.

Los menores, acompañados de su madre, Olga Marina López, salieron el pasado domingo desde la comunidad de San Carlos de Omoa, departamento hondureño de Cortés, fronterizo con Guatemala, dijo a periodistas una tía de los niños que se identificó como Cristina Gavarrete.

Uno de los niños fallecidos fue identificado como Jennifer Gavarrete López, quien mañana hubiera cumplido once años, añadió la misma fuente, sin precisar los nombres de los otros dos, que tenían cinco y siete años.

Gavarrete dijo que la madre de los niños la « llamó llorand o y dijo que (ella) se logró salvar de milagro». Según el relato de López a Gavarrete, la lancha volcó y la niña «le tiraba los brazos para que la agarrara y ella –la madre– no podía hacer nada para salvarla».

El alcalde de Omoa, Ricardo Alvarado, dijo que los integrantes de su comunidad están «de luto, realmente consternados» por lo ocurrido, y que López y sus tres hijos habían salido del país con el objetivo de llegar a Estados Unidos « en busca de una vida mejor ».

Al parecer, la madre de los niños, quien habría sido acompañada por una mujer traficante de personas, pudo llegar hasta Chiapas, México, en busca de ayuda.

Organismos de derechos humanos calculan que a diario de 100 a 150 hondureños , algunos de ellos niños y adolescentes, abandonan el país con la intención de llegar de manera ilegal a Estados Unidos.

Algunos de los inmigrantes se van en busca de trabajo , otros con la idea de reencontrarse con familiares o huyendo de la violencia criminal en Honduras. La violencia en el país centroamericano deja un promedio de trece muertes diarias, según fuentes oficiales