Así es Transnistria, la región separatista de Modalvia donde se ha abierto un nuevo frente de guerra en Europa

Tras la guerra habida en 1992 entre las tropas moldavas y las fuerzas separatistas de Transnistria, se firmó un acuerdo de paz para el despliegue de ‘tropas de paz’ rusas. Desde entonces, siguen allí acantonadas las unidades del 14 de Cuerpo de Ejército ruso. Ayer, fue atacado uno de sus cuarteles en Parkani, al oeste de Tiráspol, la capital de Transnistria y varias antenas de comunicaciones.

El lunes, las autoridades rebeldes de Tiráspol informaron de explosiones en un edificio oficial en la misma capital del enclave. Afirmaron que, según todos los indicios, los disparos fueron efectuados con un lanzacohetes. No hubo víctimas y en los ataques de ayer tampoco. La inteligencia militar ucraniana, por su parte, dijo haber interceptado el documento con las líneas generales de esta acción «terrorista».

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El Ejército ucraniano cree que se trata de una «provocación premeditada y organizada por los servicios secretos rusos» con el objetivo de involucrar al 14 Cuerpo de Ejército ruso en la guerra en Ucrania. Los separatistas de Donbass culpan a Kiev de los ataques en Transnistria y también de los habidos en los últimos días en las regiones rusas fronterizas con Ucrania de Bélgorod y Briansk.

Así que Pushilin declaró ayer, según la agencia rusa RIA-Nóvosti, que «la siguiente etapa de la ‘operación especial militar’ en Ucrania (…) tendrá lugar en cuanto nuestras fuerzas completen la toma de toda la región de Donetsk y Lugansk». El puente que une la parte este y oeste de la desembocadura del río Dniéster en la región de Odesa fue ayer alcanzado por disparos de misiles rusos, aseguraron las autoridades ucranianas. La infraestructura no ha sido destruida del todo, pero, al parecer, ha sufrido serios daños. Su inutilización dejaría aislado todo el territorio ucraniano situado al sur de Moldavia.

Rusia ha mostrado su inquietud por lo que está sucediendo en el enclave secesionista moldavo. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró ayer que «las noticias que llegan –de Transnistria– causan preocupación», aunque, a la pregunta sobre si el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene intención de contactar con su homóloga moldava, Maia Sandu, para analizar la situación, respondió que «no por el momento».

«Lo único que puedo decir es que estamos siguiendo de cerca la situación», aseguró Peskov. Ayer también reaccionó el viceministro de Exteriores ruso, Andréi Rudenko , quien expresó el deseo de que «Transnistria no se vea involucrada en el conflicto en Ucrania ». Pese a la estrecha relación entre Moscú y los separatistas de Donetsk y Lugansk, Rudenko declinó darles totalmente la razón en cuanto a que Kiev está detrás de los ataques. «Vamos a esperar a los resultados de la investigación para ver qué hay detrás: si es terrorismo, una provocación o vandalismo».

Moldavia también se propone estar muy pendiente de lo sucedido. El Consejo Supremo de Seguridad de Moldavia , se reunió ayer en sesión de urgencia bajo la presidencia de Sandu y se acordó «elevar la vigilancia y reforzar la seguridad para evitar riesgos». La presidenta del país recordó las «falsas amenazas de bomba» de las últimas semanas en Transnistria y afirmó tener la sensación de que allí «se están dando tensiones entre diferentes fuerzas». Hizo un llamamiento a resolver las diferencias por la vía del «diálogo» para evitar una «escalada».

Pero en Ucrania están convencidos de que detrás de los ataques está Rusia con el objetivo de «desestabilizar» la zona y arrastrarla también a la guerra. Esa es al menos la opinión del asesor presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak. A su juicio, «Rusia quiere desestabilizar la región de Transnistria, lo que sugiere que Moldavia debería prepararse para recibir invitados no deseados».

Según el Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania (SNBO), «existen tres razones que explican la causa de las provocaciones de Rusia en Transnistria: la apertura de un frente adicional en la región de Odesa (…) dar una justificación más a la guerra como forma de defender a los suyos en Moldavia y desviar la atención del genocidio». EL SNBO considera que la apertura de otro frente «obligará a las tropas ucranianas a trasladar allí unidades, debilitando la defensa de Mykolaiv».

Transnistria tiene una superficie de 4.163 kilómetros cuadrados , algo menor que la de las islas Baleares, y una población de algo más de 300.000 habitantes. Son de religión ortodoxa, prefieren utilizar el ruso en lugar del moldavo como principal lengua y su bandera es igual que la soviética, roja con la hoz y el martillo, con la única diferencia de que luce además una franja central de color verde. Su principal activo es su equipo de fútbol, el Sheriff de Tiráspol, que se enfrentó al Real Madrid .