Todos contra Clegg en el segundo debate electoral, esta noche

Los tres partidos llegan al debate con un escenario bien distinto al de hace una semana, cuando la única incógnita era si la mayoría de los “tories” sería relativa o absoluta. A día de hoy, debido al “efecto Clegg” que desencadenó la buena intervención de éste en la primera cita, la media de las encuestas otorga los conservadores el 33% de la intención de voto, el 29% a los liberal-demócratas y el 27% a los laboristas. Sin embargo, las peculiaridades del sistema electoral podrían hacer que estos datos arrojaran un Parlamento en el que Brown contara con más escaños, seguido de Cameron y luego de Clegg. La ajustada carrera obligaría a un Gobierno de coalición, algo inusual en la política británica.

El debate de hoy se centrará en la política internacional : Afganistán, Irak, Unión Europea y gastos en Defensa, entre otros aspectos. A priori se supone que la p rincipal confrontación se producirá sobre la UE . Cameron acusará a Clegg de querer un “federación” europea, mientras que éste y Brown criticarán a los “tories” por los socios derechistas que tienen en Estrasburgo. El debate comenzará a las 9 de la noche, hora peninsular española, y lo emitirá la televisión por satélite Sky.

La prensa conservadora abre hoy sus portadas con munición pesada contra Clegg. “ The Daily Telegraph ” publica extractos de la cuenta bancaria personal del líder liberal-demócrata , en la que tres empresarios ingresaron en conjunto 750 libras mensuales durante 2006. Su portavoz ha precisado que ese dinero, utilizado para pagar a un ayudante, fue debidamente declarado ante los Comunes, pero desde otros partidos se advierte que donativos a la cuenta propia es algo “irregular”. A ello “ The Times ” añade que Clegg cobró durante sus diez años en las instituciones europeas un total de 1,9 millones de euros, cifra que el diario estima elevada.

Por su parte, en tono sensacionalista el “ Daily Mail ” titula “ Clegg, en calumnia nazi sobre el Reino Unido ”. El diario reproduce párrafos de un artículo que Clegg escribió en 2002 en el que decía: “Todas las naciones tienen una cruz que llevar, y ninguna más que Alemania con sus recuerdos del nazismo. Pero la cruz británica es más insidiosa aún. Un sentido de superioridad sin lugar, sostenido sobre ilusiones de grandeza y una tenaz obsesión sobre la última guerra, es mucho más dificil de sacárselo de encima. Tenemos que ser puestos en nuestro sitio”.