Los talibanes despiden a Obama con un atentado suicida en Kabul
Al menos siete personas murieron en una zona frecuentada por extranjeros, en un ataque que marca el comienzo de la ofensiva de primavera
mikel ayestaran
Barack Obama llegó y salió por sorpresa de Afganistán en una visita relámpago de apenas seis horas, a la que los talibanes respondieron con un atentado suicida en Kabul, la segunda gran operación en la capital en los últimos quince días.
Al menos siete personas perdieron la vi da y otras diecisiete resultaron heridas, según el Ministerio de Interior, después de un ataque suicida contra la Green Village (villa verde), un complejo fortificado a las afueras de la capital destinado al alojamiento de extranjeros.
Este ataque marcó el inicio oficial de la ofensiva de primavera insurgente, a la que este año han bautizado como «Al-Faruq» , en honor a un sucesor del profeta Mahoma.
En un comunicado difundido vía Internet, los talibanes apuntaron a «los invasores extranjeros, sus consejeros, contratistas y los miembros de todos los departamentos militares y de los servicios de inteligencia asociados» como los principales objetivos de unas operaciones en las abogan por «evitar la muerte de civiles».
La explosión y la nube de humo negro dieron los buenos días a Kabul apenas dos horas después del adiós de Obama, en la que fue su primera visita en los últimos diecisiete meses .
Hasta 2024
El presidente viajó a Afganistán para firmar el acuerdo estratégico que garantiza la presencia americana en el país asiático hasta 2024 y que abre «un nuevo capítulo» en las relaciones bilaterales entre Washington y Kabul.
«A partir de ahora Afganistán tiene un socio y un amigo en Estados Unidos», recalcó Obama en un viaje con sabor a final oficial adelantado de la guerra, en el que resaltó los avances logrados en la lucha contra Al Qaida en los últimos diez años.
Tras la reunión con Hamid Karzai y la firma del acuerdo, el presidente de Estados Unidos voló a Bagram para reunirse con los suyos.
Los estadounidenses cuentan con muchas bases en suelo afgano, pero Obama eligió la misma desde la que se lanzó hace exactamente un año la operación «Geronimo» que acabó con Osama bin Laden.
El Air Force One aterrizó en la pista a la que llegaron desde Pakistán los helicópteros de los Navy Seals con el cuerpo del terrorista más buscado del mundo, la persona a la que George Bush puso un precio de cincuenta millones de dólares tras los atentados del 11-S.
«El objetivo de derrotar a Al Qaida está a nuestro alcance»
En un hangar decorado con una bandera enorme de barras y estrellas y dos vehículos blindados a sus espaldas, el presidente habló ante los suyos para asegurar que «el objetivo que me marqué de derrotar a Al Qaida y evitar cualquier posibilidad de que se reconstruya está ahora a nuestro alcance».
El nuevo acuerdo con Kabul es, sobre el papel, una herramienta más al servicio de este objetivo, aunque de momento se trata de un marco general y no se han concretado detalles sobre la ayuda financiera anual y el número de soldados que mantendrán los americanos tras el repliegue de la OTAN fijado para 2014.
Tras más de un año de negociaciones, Estados Unidos no quería que se repitiera el fracaso de Irak, donde no llegaron a ningún tipo de acuerdo con las autoridades de Bagdad y, finalmente, tuvieron que ceder en las dos condiciones impuestas por Kabul para poder asegurar su presencia en el país hasta 2024.
Condiciones afganas
Las autoridades afganas establecieron la transferencia de la competencia carcelaria y el fin de las redadas nocturnas como requisitos imprescindibles para la firma del acuerdo y lo han conseguido.
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