Entrevista
Svetlana Tijanósvskaya: «La condena de mi esposo es la más cruel en la historia de Bielorrusia»
Serguei Tijanosvki, marido de la opositora, ha sido condenado a 18 años de prisión
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Iniciar sesiónLa vida le ha dado un giro de 180 grados en tan solo un año. La líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanósvskaya (Mikashevichy, 1982) tuvo que dejar las aulas de clases para luchar contra la dictadura de Alexander Lukashenko . «Llevo más de un ... año que no vivo, sino que lucho», dice a ABC desde Bruselas horas antes de la gala de entrega del Premio Sájarov, en Estrasburgo, galardón dirigido al opositor ruso Alexei Navalni pero que ha sido recogido por su hija ante el pleno de la Eurocámara.
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Tras el encarcelamiento de su esposo Serguei Tijanosvki , condenado a 18 años de cárcel y que esperaba presentarse en las elecciones del 2020 contra el régimen, le tocó a ella asumir el liderazgo que él había construido para desafiar en las urnas a Lukashenko. La victoria se la llevó el actual presidente con el 80% de los votos y ella tuvo que exiliarse en Lituania para evitar el mismo destino de su esposo.
Su esposo fue condenado ayer por un Tribunal de Bielorrusia a 18 años de prisión en régimen severo. ¿Qué significa eso en su país?
En Bielorrusia todas las personas están en peligro. Pero sin duda los que están en prisión están en constante presión por la represión y tortura física y moral a las que son sometidos. Por supuesto que una sentencia de 18 años no puede ser contada para él como años reales de vida porque estará encerrado. Yo no pienso en qué edad tendrá Serguei cuando salga sino en qué podemos hacer para liberarlo antes. Es muy difícil aceptar ese número, es la condena más cruel en la historia de Bielorrusia. Pero como ya dije nadie piensa en los años sino en su vida.
¿La vida de Serguei Tijanosvki está en peligro?
Por supuesto, y no solo la de mi esposo. Todos en Bielorrusia estamos en peligro. Las condiciones de las cárceles son espeluznantes y su salud física y psicológica están en riesgo. Pero debemos continuar luchando y mantener la presión contra el régimen de Lukashenko porque cualquier día una persona puede ser detenida. Los apartamentos son requisados y estamos siempre muy nerviosos de que alguien de nuestros familiares pueda ser detenido.
¿Cómo se siente usted? Debe ser muy difícil no poder verle.
Llevo más de un año que no vivo. Estoy luchando. Claro que es difícil, es agobiante. Probablemente la parte física la puedes manejar, pero la parte psicológica no. También tengo que ser una buena madre y cuidar de mis hijos. Cada vez hay más personas en la cárcel y son sentenciados entre 10 a 15 años de prisión y tienes que entender que no podemos rendirnos porque eres la responsable de luchar por aquellos que sacrificaron su libertad por intentar cambiar nuestra realidad.
Estoy agradecida con la UE que se ha mantenido firme y encontró la forma de solucionar este ataque en la frontera sin comunicarse con el régimen. Esa es una de nuestras principales tareas que no se le reconozca como presidente y lo hemos logrado
¿Alguna vez la situación le ha sobrepasado y ha pensado en rendirse?
Tengo pensamientos recurrentes de que no tengo más fuerza para continuar. Pero en ese momento de debilidad piensas en tu esposo y en aquellos humanos que están en prisión y en sus hijos que esperan a que sean liberados. No puedes rendirte.
¿De dónde sacas esa fortaleza para continuar?
De las demás personas. Sé que no estoy sola. Hay cientos de miles de bielorrusos que están en el exilio que también están cansados, pero siguen haciendo lo que pueden.
¿Tiene Bielorrusia alguna posibilidad de recuperar su democracia?
Realmente creo en nuestra victoria. Los bielorrusos vamos a despertar y no vamos a querer vivir bajo este régimen nunca más. Es extremadamente difícil luchar contra el régimen, pero es un momento histórico y sé que vamos a conseguir una transición desde la autocracia a la democracia. Para eso debemos permanecer unidos y tomar decisiones todos juntos.
¿Cree que Lukashenko utiliza la inmigración para manipular a Polonia y la Unión Europea y conseguir que levanten las sanciones?
Las sanciones de la Unión Europea contra Bielorrusia son por las acciones de Lukashenko. Este ataque híbrido contra Polonia y otros países europeos es un intento de chantaje por su parte para reconocer su gobierno como legítimo. Estoy agradecida con la UE que se ha mantenido firme y encontró la forma de solucionar este ataque en la frontera sin comunicarse con el régimen. Esa es una de nuestras principales tareas que no se le reconozca como presidente y lo hemos logrado. Pero tenemos que ejercer más presión para hacerle entender que la única salida es el diálogo y la negociación con el pueblo bielorruso. No con Europa. No con Rusia, sino con la gente.
Si las tensiones entre Rusia y Ucrania siguen escalando, ¿cree que Bielorrusia se va a ver envuelto en un conflicto?
Los bielorrusos somos gente pacífica y no queremos estar involucrados en ninguna guerra. Y el régimen está manipulando a Europa diciéndole que estaremos del lado de Rusia en el caso de que invadan Ucrania pero Lukashenko siempre se olvida de la gente. Nosotros no queremos eso. Esa es la realidad. Lukashenko respalda al Kremlin en estos momentos, pero esa situación va a cambiar porque no podemos permitir que un dictador chantajee a naciones poderosas.
¿Qué más puede hacer la comunidad internacional para ayudar a restaurar la democracia en Bielorrusia?
En todos estos años hemos aprendido una cosa: los dictadores no entienden el lenguaje de la diplomacia. Ellos solo entienden por la fuerza. La UE ha intentado todo hasta llegar a las sanciones políticas y económicas para intentar forzar la salida del dictador. Europa debe coordinar las sanciones con otros países como EE.UU., Canadá y el Reino Unido. Solo así las sanciones van a ser exitosas. Nosotros queremos resolver esta crisis pacíficamente y a través de negociaciones. De hecho hemos ofrecido al régimen una salida sin víctimas y sin sufrimiento, pero una persona quiere aferrase al poder y no quiere dejar su cargo.
Hoy se entrega el premio Sájarov al líder ruso Alexei Navalni. ¿Qué podría decirle a su familia y a todas aquellas que tienen un familiar preso en otros países con estos mismos regímenes?
Le diría que permanezcan fuertes y unidos porque sin esas dos cosas es imposible alcanzar los objetivos. Si están convencidos de que quieren realmente producir esos cambios en sus países tienen que darlo todo.
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