Sospechas de purga en Corea del Norte tras la fallida cumbre con Trump

Citando solo a una fuente anónima con conocimiento del caso, el citado diario informó ayer de que Kim Hyok-chol habría sido fusilado en marzo en el aeropuerto de Mirim junto a otros cuatro altos funcionarios. Todos ellos habrían sido «acusados de espiar para América por informar mal sobre las negociaciones sin captar las intenciones de EE.UU.».

Además, habría caído en desgracia el número dos del dictador, Kim Yong-chol, enviado a un campo de trabajos forzados en la provincia de Jagang, fronteriza con China. También habría sido purgada la única alta diplomática del régimen, encargada de preparar la propuesta norcoreana llevada a Hanói. Tanto ella como la traductora Shin Hye-yong, acusada de « mancillar la autoridad » del dictador por un «error de interpretación», habrían sido confinadas en un campo de prisioneros políticos. Al parecer, la traductora se habría equivocado en transmitir una «oferta de última hora» que Kim Jong-un le hizo a Trump cuando estaba a punto de marcharse de la mesa de negociaciones. Hasta la hermana y mano derecha del dictador, Kim Yo-jong, habría perdido su influencia, pero lo cierto es que en abril asistió a importantes reuniones oficiales.

Aunque es imposible saber si todo esto es verdad, hay algunos indicios que apuntan a una posible purga. En medio del revuelo causado por la noticia, reproducida por medios de todo el mundo, una fuente diplomática dijo ayer a la agencia Reuters que había signos de que Kim Hyok-chol y otros funcionarios habían sido castigados, pero ninguna prueba de que hubieran sido ejecutados. Más probable es que hubieran sido confinados en un campo de reeducación, lo que explicaría las semanas que sus interlocutores estadounidenses llevan sin poder hablar con ellos.

Otra pista es que, curiosamente, el periódico oficial del régimen, «Rodong Sinmun», advirtió el jueves de que había cuadros del Partido de los Trabajadores con «dos caras» , que «simulaban reverenciar al líder enfrente de él y en realidad sueñan con otra cosa». Alertando de que dichos comportamientos eran «anti-Partido» y antirrevolucionarios, el diario los definía como «traidores y chaqueteros que solo memorizan palabras de lealtad al líder y cambian según el signo de los tiempos».

Desde el fracaso de la cumbre de Hanói, ha habido rumores de purga en el régimen comunista de Pyongyang, que habría interrumpido los contactos con la Casa Blanca . Preguntado ayer por los periodistas durante su visita a Berlín, el secretario de Estado, Mike Pompeo, solo acertó a decir que estaba «comprobando las noticias». Al parecer, el equipo de Kim Yong-chol, que se reunió con Trump y Pompeo en la Casa Blanca, no ha sido visto en público desde la cumbre de Vietnam, mientras que otras figuras del régimen, como el viceministro de Exteriores, Choe Son-hui, han vuelto a recuperar protagonismo.

Debido al secretismo del régimen, hay que tomar con cautela las noticias sobre sus purgas y ejecuciones. Tanto el «Chosun Ilbo» como los servicios secretos surcoreanos se han equivocado otras veces, «matando» a gente que luego «resucitab»”. Así ocurrió en 2013 con la cantante Hyon Song-wol. Según el rotativo surcoreano, fue supuestamente fusilada por grabar un vídeo porno, pero sigue vivita y coleando al frente de la Orquesta Moranbong, la más famosa de Corea del Norte. Lo mismo le pasó en 2016 al jefe del Estado Mayor del Ejército, Ri Yong-gil, a quien el Ministerio de Unificación surcoreano dio por muerto y luego apareció en público, tras ser probablemente purgado en un campo de reeducación.

A quien sí liquidó Kim Jong-un fue a su tío, Jang Song-thaek, a finales de 2013, cuando ordenó detenerlo en medio de una reunión de altos cargos. Aunque los medios de todo el planeta propagaron que había sido devorado por los cerdos , luego se descubrió que esta información procedía de un periódico satírico hongkonés que, en estos tiempos frenéticos de internet, los periodistas habían «fusilado» (esta vez sí) sin molestarse en comprobar la fuente.

Al margen de estas especulaciones, lo único que se sabe es que las purgas sacuden con cierta frecuencia al régimen y que las negociaciones con Washington están tan paradas que Kim Jong-un ha vuelto a lanzar sus misiles.