Washington califica de «terrorista» a uno de los grupos rebeldes sirios más activos

Este paso no ha sorprendido a nadie. “Grupos extremistas como el Frente Al Nusra son un problema, un obstáculo para encontrar la solución política que va a necesitar Siria”, aseguró la semana pasada el antiguo embajador estadounidense en Damasco, Robert Ford, durante una conferencia. Y lo cierto es que la importancia y capacidad operativa de esta organización no ha dejado de crecer desde que se anunciase su creación en un vídeo de internet el pasado 24 de enero, en el que su líder, Abu Mohamed Al Golani , reivindicaba el atentado que dos semanas antes había matado a veintiséis personas y herido a más de sesenta en el distrito Al Midan de Damasco.

Desde entonces, el número de ataques a manos de este grupo no ha dejado de crecer, especialmente desde abril, momento en el que sus miembros comenzaron a utilizar IEDs (artefactos explosivos improvisados) de forma masiva, posiblemente debido a la llegada de militantes con experiencia en otros teatros yihadistas como el de Irak. En dicho mes, además, el grupo, hasta entonces compuesto casi exclusivamente por combatientes sirios, registró la llegada masiva de militantes palestinos y libaneses.

Son estos últimos los que han otorgado a la organización su sesgo más preocupante. Muchos de ellos son miembros importantes de Fatah Al Islam , una organización yihadista de origen libanés que en 2007 mantuvo una intensa batalla con el ejército del Líbano por el control del campo de refugiados palestinos de Nahar El Bared.

Desde entonces, la persecución de las autoridades libanesas ha obligado a este grupo a mantener un perfil bajo. La cooperación de Fatah Al Islam con el Frente Al Nusra ha sido confirmada tanto por militantes del primer grupo como por el ejército libanés , así como por activistas de la oposición siria en la zona de Homs. En septiembre se confirmó la muerte de Abu Husam Al Shami, emir de Fatah Al Islam, en una emboscada en la región de Damasco.

Sin embargo, en el registo estadounidense el grupo ha sido incluido como uno de los “alias” de Al Qaida en Irak. Y si bien los vínculos entre dicha rama iraquí y el Frente Al Nusra parecen sólidos, numerosos expertos discrepan respecto a que sea la misma organización.

“Ni Al Qaida ni el Frente Al Nusra han mencionado al otro en su propaganda, lo que sugiere que, si existe dicho vínculo, lo están ocultando deliberadamente”, explica Elizabeth O’Bagy, analista del Instituto para el Estudio de la Guerra de Washington.

A pesar de los espectaculares atentados en núcleos urbanos como Damasco y Alepo, donde la organización es verdaderamente fuerte es en el este del país, en la región de Deir Al Zor, en la frontera con Irak.

Por otra parte, los abusos cometidos por los insurgentes del Ejército Sirio Libre –cuyas relaciones con el Frente Al Nusra son cada vez más tensas-, así como la percibida eficacia y elevado nivel de organización de estos últimos ha incrementado el apoyo popular hacia estos yihadistas, que no dejan de recibir nuevos reclutas.

La situación ha llegado a ser tan aparatosa que en octubre, el prestigioso International Crisis Group emitió un informe titulado “Intento de Yihad: La Oposición Fundamentalista de Siria”, que dedica bastante espacio al Frente Al Nusra. “Para el grupo, el derrocamiento de Assad representa solamente la mitad de la batalla . El éxito llegará solo una vez que el régimen al completo sea reemplazado por un estado islámico que siga los principios salafistas”, asegura el informe a partir de los comentarios del propio Al Golani.