Siria mata a un presunto terrorista con más de 1.200 kilos de explosivos

«Las autoridades sirias han frustrado el intento de un atacante suicida de detonar su coche bomba en el área de Achaar, en Alepo, y lo han matado antes de que pudiera llevar a cabo su crimen terrorista», ha informado la cadena, según Reuters.

Además, las fuerzas sirias aseguran que el vehículo contenía 1.200 kilos de explosivos. Una fuente oficial citada por la agencia estatal SANA ha infromado de que el terrorista conducía la furgoneta pero al verse acorralado hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo. Sin embargo, estas informaciones no han podido ser verificadas de manera independiente.

También en Alepo, Sana ha informado del estallido de un artefacto instalado por «un grupo terrorista armado » en una avenida del barrio Seif el Daula, que ha causado destrozos materiales.

Este supuesto atentado frustrado se produce mientras siguen las investigaciones sobre el atentado del jueves. Las autoridades acusaron de este atentado, perpetrado en la zona de Qazaz, en la periferia de Damasco, a «grupos terroristas armados», apoyados por partes extranjeras.

Mientras, los grupos opositores denunciaron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra algunas de las manifestaciones convocadas en todo el país para exigir la caída del régimen.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, se registraron diez muertos en distintos actos de represión en Idleb (norte), Hasaka (noreste),

Alepo, los alrededores de Damasco y en Homs y Hama, en el centro del país, mientras que los Comités de Coordinación Local elevaron esa cifra a trece.

La violencia persiste en Siria pese al alto el fuego , en vigor desde el pasado 12 de abril, y la presencia en el país de observadores de la ONU, que vigilan el cumplimiento del plan de paz del mediador internacional Kofi Annan.

Desde el comienzo de la revuelta, más de 10.000 personas han muerto por la violencia en Siria, según datos de la ONU, que cifra en 230.000 los desplazados internos y en más de 60.000 los refugiados en países limítrofes, como Turquía y Líbano.