«Si Nisman estuviera vivo lo ahorco», afirma el juez de la Corte Interamericana Raúl Zaffaroni

Las reacciones no se hicieron esperar. Germán Moldes , fiscal de la Cámara Federal de Buenos Aires, consideró que con sus dichos «pretende darnos clases sobre si la denuncia está bien o mal redactada. La denuncia -insistió- está poniendo en conocimiento de la Justicia argentina hechos gravísimos» . Dicho esto, añadió que sus palabras «delatan una desesperación, un estado de pavor de los acusados que se transmite a la defensa» y calificó de «chiste bastante malo» la mención sobre la horca.

El fiscal Alberto Nisman acusó hace dos años a la viuda de Kirchner de organizar «un plan criminal» en el que, a su juicio, participaron su ex ministro de Asuntos Exteriores Héctor Timerman y colaboradores y personas de su entorno. Nisman consideraba que Argentina firmó un memorándum secreto con Irán con el objetivo de que una comisión de la verdad desestimara las pruebas reunidas en el juicio sobre la AMIA, que señalaron a exmiembros del Gobierno de Irán y de su Embajada en Buenos Aires como autores del bombazo que hizo saltar por los aires el edificio que albergaba las sedes de la AMIA y de la DAIA, las dos instituciones políticas y económicas más importantes de la colectividad judía en Argentina. A cambio, según Nisman, el Gobierno de Cristina Fernández obtendría beneficios financieros y energéticos así como otros secretos.

Para sostener sus afirmaciones Nisman aportó, entre otros elementos, cientos de grabaciones telefónicas que fueron desestimadas por instancias judiciales anteriores durante el Gobierno de Cristina Fernández y aceptadas recientemente por la Cámara de Casación Penal.

Nisman murió el 18 de enero de 2015, cuatro días después de presentar la demanda y uno antes de comparecer, por voluntad propia, en una comisión del Congreso para explicarla. Hasta la fecha la Justicia no ha determinado si fue un homicidio, suicidio o suicidio inducido. Tampoco los peritos médicos se ponen de acuerdo.

La figura de Zaffaroni es muy polémica en Argentina. Emblema del «garantismo» su prestigio comenzó a decaer al descubrirse que tenía alquilados varios apartamentos a proxenetas que utilizaban para ejercer la prostitución. Aquel episodio, unido a su defensa del kirchnerismo y el papel desempeñado como integrante de la Corte dejó tocada su reputación.

Posteriormente, el Tribunal de Disciplina del colegio de abogados le suspendió la licencia por 90 días por haber ejercido la profesión sin estar habilitado (por cuestión de plazos tras abandonar la Corte). Zaffaroni defendía a Axel López, un polémico juez denunciado por dejar en libertad a un violador en serie . Durante el tiempo que le retiraron la licencia, Raúl Zaffaroni siguió en la Corte Interamericana de Derechos Humanos , pese a no cumplir con el requisito de tener en vigor de su licencia.