Una saudí de 75 años, condenada a 40 latigazos por reunirse con dos jóvenes
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado en un comunicado oficial la inminente flagelación de una mujer de 75 años y de dos jóvenes, acusados de haber mantenido una reunión en el domicilio de ella «sin ser familiares». Una de las normas de la Sharía, el código islámico, tal como se aplica en el reino wahabí, califica como delito el encuentro de personas de distinto sexo que no sean parientes.
Según AI, el ministro del Interior ha ordenado la detención inmediata de Khamisa Mohamed Sawadi, y de los jóvenes Fahad y Hadyan. Los tres fueron declarados «culpables» en marzo pasado, y sus sucesivas apelaciones han sido finalmente rechazadas en el Tribunal Supremo de Arabia Saudí.
Khamisa y Fahad han sido condenados a 40 latigazos y cuatro meses de cárcel, y Hadyan a 60 latigazos y seis meses de prisión. Además, cuando concluya su pena Khamisa sería deportada a Siria, de donde es originaria la anciana.
Los hechos se remontan a abril de 2008, cuando la «Policía religiosa» («mutawa») irrumpió en el domicilio de Khamisa, en la localidad saudí de Al Chamli, y la detuvo junto a los dos jóvenes. En el juicio, uno de ellos, Fahad, alegó que habían llevado pan a casa de Khamisa. Además, objetó que era «hijo de leche» de la mujer, porque ésta lo había amamantado cuando nació, por lo que no era aplicable la acusación de «no parentesco». Los jueces estimaron en su veredicto final que esta alegación no pudo ser probada.
El juicio, celebrado el pasado mes de febrero, levantó una ola de protestas populares, algunas dentro de Arabia Saudí. «Todo el mundo está molesto; Khamisa es como una abuela; ¡40 latigazos! ¿Cómo va a poder soportar ese dolor?», declaró entonces a la CNN la activista saudí de derechos humanos Wajeha al Huwaider.
Récord de 40.000 latigazos
Amnistía recuerda que el castigo de flagelación es preceptivo en Arabia Saudí para varios delitos, entre ellos los de relaciones prohibidas entre sexos. Las penas pueden oscilar entre varias docenas y miles de latigazos, y se suelen aplicar a plazos, en intervalos de entre dos semanas y un mes. El mayor número de latigazos registrado por AI en Arabia Saudí corresponde a este año: 40.000 latigazos a un hombre por una condena por asesinato.
El caso de Khamisa, para el que AI reclama una movilización internacional, no es sin embargo el más alarmante.
En 2007, una joven saudí de 19 años fue víctima de una violación en grupo. La chica fue condenada a 200 latigazos y seis meses de cárcel por reunirse a solas con su novio. Los siete hombres que los secuestraron y posteriormente la violaron, fueron sentenciados a penas de entre diez meses y cinco años de prisión.
El caso armó tanto revuelo en Arabia Saudí y en el extranjero que el Rey Abdulá decidió emitir un decreto de perdón de la chica y del joven que le acompañaba cuando fue raptada.
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