«Ningún francés querría para su país la herencia socialista de España»
El presidente y candidato francés usa la «herencia socialista española» como ataque contra el programa de su principal rival, François Hollande
JUAN PEDRO QUIÑONERO
España se ha convertido en un arma política arrojadiza en la recta final de las elecciones presidenciales francesas. Nicolas Sarkozy resume el alcance continental del «modelo español» con esta frase: «¿Algún francés querría para su país la situación de un gran país, ... como España, tras los años del gobierno socialista del presidente Zapatero..?»
En un mitín excepcional, en un lugar emblemático de la izquierda francesa, el edificio de la Mutualité, en el corazón del Barrio Latino, el presidente candidato lanzó este miércoles la batalla de París, a paso de carga, dirigiéndose a los políticos de centro/derecha de París y la región parisina, haciendo un balance catastrofista de las crisis europeas y las amenazas pendientes.
«Francia podría encontrarse hoy en la situación de Grecia y España, si no h ubiésemos actuado a tiempo y con energía para combatir los estragos de la crisis», ha comenzado afirmando Sarkozy, para hacer un balance muy duro de la situación francesa y europea.
«Debemos trabajar más para salir de la crisis . Debemos mejorar nuestra competitividad. Debemos restaurar las cuentas de la nación. Hemos hecho cosas. Pero debemos seguir reformando para salir de la crisis, que hubiera podido ser mucho peor sin las reformas emprendidas, con la oposición socialista...» ha afirmado el presidente candidato.
España y los «desafíos»
Sarkozy establece un paralelismo entre el programa de su rival socialista, François Hollande, y la experiencia socialista española: « Los socialistas se comportan como si ignorasen la crisis , sin tomar decisiones o tomando decisiones tardías, que no corresponden a los desafíos pendientes».
«Ningún francés puede querer para Francia una herencia socialista como la de un gran país, España, que nadie sabe si podrá afrontar sola los desafíos pendientes », ha insistido Sarkozy, saliendo al paso de los proyectos socialistas franceses, cuya puesta en práctica, en España, ha dejado la temible herencia que el presidente francés presenta una y otra vez como ejemplo y modelo negativo.
Sarkozy estima que Francia ha podido evitar una crisis nacional «a la griega, o la española», gracias a las reformas realizadas desde los últimos cinco años.
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