Santrich, el comandante guerrillero más detestado de Colombia
El líder de las disidencias de las FARC fue abatido este lunes en Venezuela
El guerrillero Jesús Santrich
Jesús Santrich, tal vez como ningún otro líder de la otrora guerrilla de las FARC y hasta el lunes de la disidencia Nueva Marquetalia, fue en vida uno de los comandantes guerrilleros más detestados en Colombia.
Más que por sus gafas de sol ... o su permanente kufiya, Seuxis Pausias Hernández Solarte, su nombre de pila, será recordado por su displicencia e ironía , en especial durante las negociaciones en La Habana, cuando respondió con el famoso estribillo «quizás, quizás, quizás» del bolero de Osvaldo Farrés, al preguntarle si las FARC reconocería su responsabilidad en el conflicto colombiano.
Nació en Tolú, departamentos de Sucre, el 31 de julio de 1967. A los 21 años se unió a la guerrilla de las FARC, tras recibir su grado como Licenciado en Ciencias de la Educación, con especialidad en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad del Atlántico, en Barranquilla. Poco a poco fue ascendiendo en la jerarquía y se consolidó en la zona de la Sierra Nevada de Santa Marta, los Montes de María y el Perijá.
Su experiencia como negociador por parte de las FARC, empezó en el Caguán, en las fallidas negociaciones adelantadas por el gobierno de Andrés Pastrana. Luego volvió a aparecer como negociador en La Habana y firmante del Acuerdo de Paz con el gobierno de Juan Manuel Santos . En todos esos años, a medida que perdía la visión, fue ganando espacio como líder de las comunicaciones de las FARC y coordinador de programas informativos y cadenas radiales.
Su participación en el Acuerdo y comandancia le valieron un escaño como miembro de la Cámara de Representantes. Sin embargo, el 9 de abril de 2018 fue detenido por la Fiscalía , respondiendo a un requerimiento de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, por delitos que habría cometido entre junio de 2017 y abril de 2018, ya firmado el Acuerdo, lo que le hacía perder cualquier beneficio judicial derivado del mismo, así como su curul.
El 11 de junio de 2019 quedó en libertad, luego de intensos debates jurídicos entre las Cortes, y asumió su escaño, pero el día 29 del mismo mes se fugó para sumarse a la disidencia liderada por Iván Márquez. La Justicia Especial para la Paz lo declaró «desertor armado manifiesto» del proceso de paz y el viernes pasado la Corte Suprema de Justicia avaló su extradición a EE.UU. en caso de pisar suelo colombiano.