La UE sanciona a los mercenarios rusos del Grupo Wagner, pero no a Moscú

La UE denuncia que las personas sancionadas están implicadas en graves abusos contra los derechos humanos, incluidos asesinatos extrajudiciales y «actividades desestabilizadoras» en los países en los que operan, como Libia, Siria, Ucrania y República Centroafricana , y su «influencia maligna en otros lugares, especialmente en la región del Sahel» específicamente en Mali, donde hay una misión militar francesa y otra de la propia UE que son claramente incompatibles con la presencia de los mercenarios. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado que si las actuales autoridades malienses permiten su presencia las tropas francesas se retirarán. Por ello, y en una decisión paralela, también se ha aprobado el marco legal para que en los próximos días se pueda elaborar una lista de personas del Gobierno de Mali «por obstaculizar la transición democrática» en este país que serían sancionados.

En cambio, los ministros no han tomado ninguna decisión sobre posibles sanciones directas a Rusia por la amenaza de invasión a Ucrania. Varios países habían pedido que la UE pusiera sobre la mesa las medidas a las que Moscú debería hacer frente en caso de una agresión contra su vecino meridional, pero finalmente el Alto Representante, Josep Borrell, dijo que los ministros «han discutido la situación y han reiterado que cualquier agresión contra Ucrania tendrá consecuencias severas» y que la UE hace esta advertencia «en coordinación con nuestros socios transatlánticos».

La decisión de sancionar a este grupo de mercenarios es también un mensaje indirecto al Kremlin que tolera su existencia cuando no lo utiliza para sus fines. Pero por ahora los ministros querían «evitar todo tipo de escalada» en palabras del ministro español, José Manuel Albares , sobre todo después de las señales de calma que siguieron a la entrevista entre el líder ruso, Vladimir Putin , y el norteamericano, Joe Biden.

Dentro de esta coyuntura compleja, el nuevo Gobierno alemán ya ha dado un paso para señalar a Rusia que sus relaciones con Europa penden de un hilo en el caso de Ucrania, porque la nueva ministra de Exteriores, la ecologista Annalena Baerbock , ha dicho que el gasoducto Nord Stream 2 que conecta a su país directamente con Rusia no va a recibir la autorización para operar a pesar de que ya está acabado. «En las condiciones actuales el gasoducto no puede recibir autorización, porque no cumple los requisitos del derecho energético comunitario y porque las cuestiones de seguridad siguen estando, en cualquier caso, sobre la mesa», declaró antes de llegar a Bruselas.