El Salvador restablecerá relaciones con Cuba, rotas en 1959
El izquierdista Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha jurado hoy como nuevo presidente de El Salvador para los próximos cinco años, tras cuatro lustros de gobierno de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Funes ha anunciado hoy el "inmediato" restablecimiento de las relaciones diplomáticas de su país con Cuba, rotas desde 1959, durante su discurso de investidura presidencial.
"El gobierno que presido, dado su carácter progresista y pluralista, normalizará las relaciones diplomáticas comerciales y culturales con todos los países de América Latina, esto significa que de inmediato se restablecerán los vínculos diplomáticos, comerciales y culturales con la hermana nación de Cuba", dijo.
El presidente, que cumple en octubre 50 años, juró el cargo ante el titular de la Asamblea Legislativa, Ciro Cruz Zepeda, quien posteriormente impuso la banda presidencial al primer gobernante de izquierda en la historia del país.
El nuevo presidente de El Salvador ha asegurado que el cambio en el país "comienza ahora" y ha llamado a construir una nueva nación "sin odio ni resentimiento". "El pueblo salvadoreño pidió un cambio y el cambio comienza ahora".
El nuevo presidente salvadoreño asume el cargo 17 años después de que se firmaran los acuerdos de paz que ponían punto final a la guerra civil (1980 y 1992) y sustituye a Elías Antonio Saca, del ARENA.
Al acto asisten los Príncipes de Asturias y una decena de presidentes latinoamericanos, entre los que no están presentes los gobernantes de Nicaragua, Daniel Ortega ; Venezuela, Hugo Chávez , y Bolivia, Evo Morales .
Tras el juramento de Funes, el presidente del Congreso salvadoreño hizo lo mismo con el nuevo vicepresidente, Salvador Sánchez Cerén, líder histórico del FMLN, la antigua guerrilla salvadoreña, de la cual es el único miembro de la comandancia general que queda en el partido tras su legalización en 1992.
Un nuevo estilo de gobierno Antes de la ceremonia, Mauricio Funes visitó la tumba del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 y a quien hoy se encomendó Funes para que se convierta en el "guía espiritual, en el mentor de una nueva forma de hacer política, de un nuevo estilo de Gobierno".
El acto se desarrolla en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO), rodeado de estrictas medidas de seguridad ante unos 4.000 asistentes y representantes de 72 países.
Funes ha aprovechado para presentar lo que será su paquete de medidas anticrisis que desarrollará en los próximos 18 meses para intentar salvar al país de la dura situación económica que actualmente enfrenta marcada principalmente por el desempleo.
El Programa Integral Anticrisis tendrá un coste de 475 millones de dólares (335 millones de euros), pero el futuro Gobierno sólo cuenta en este momento con la mitad de los recursos necesarios, según ha confesado el nuevo secretario técnico de la Presidencia, Alex Segovia, lo que podría convertirse en un gran obstáculo que sería superado si logran, entre otras cosas, que los organismos internacionales otorguen financiación al país.
El tema de las políticas económicas y fiscales será el principal reto del Gobierno de Funes, un periodista de 49 años que, junto con su partido el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha prometido dar un giro a la distribución de los recursos en ese país donde más de la mitad de la población vive en la pobreza.
Pero el panorama se muestra un poco sombrío porque los pronósticos apuntan a que el déficit fiscal para el año 2009 superará el 6 por ciento del producto interior bruto (PIB). El nivel de endeudamiento será también mucho mayor que el esperado, pudiendo sumar unos 1. 200 millones de dólares (846 millones de euros), lo que podría hacer más cuesta arriba este plan anticrisis, según reseña la prensa local.
100.000 empleos en un año y medio No obstante, Funes se ha trazado una meta que algunos consideran un tanto ambiciosa porque espera crear en apenas año y medio unos 100.000 empleos y poner fin al crecimiento de la tasa de paro en El Salvador que en los últimos años se ha mostrado indetenible.
Lo cierto es que Funes llega a la Casa Presidencial con una popularidad de más del 72 por ciento, según el sondeo realizado por la empresa LPG Datos, lo que podría permitirle sortear los obstáculos que se le puedan presentar en sus primeros meses de Gobierno, aunque la mayoría de los salvadoreños ha dejado claro, según las encuestas, que lo más importante es solventar lo antes posible el problema del desempleo que ha provocado una fuerte migración hacia Estados Unidos.
Por otra parte, el nuevo gabinete fue finalmente designado quedando como ministro de Defensa, el general retirado David Munguía Payés, lo que ha generado una fuerte polémica en el Ejército de ese país, pese a que Funes ha defendido al militar por ser un "profesional de las armas".
La visita de los Príncipes
Los Príncipes de Asturias se encuentran desde el pasado sábado en esta nación centroamericana para asistir al acto, en el que también ha estadi presente la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, quien ha expresado su deseo de "tener una relación muy positiva" con el nuevo mandatario.
A la lista se suman al menos 17 jefes de Estado entre los que figuran los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; Panamá, Martín Torrijos; Guatemala, Alvaro Colom; Ecuador, Rafael Correa; México, Felipe Calderón; Colombia, Alvaro Uribe; Paraguay, Fernando Lugo; y Honduras, Manuel Zelaya, entre otros. Los dos grandes ausentes serán el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, quien suspendió el viaje en el último momento por motivos "estrictamente de trabajo".
Delegaciones de Cuba, China, Libia, Laos y Vietnam estarán en representación de los gobernantes de esos países. Algunos de los líderes de unos 25 organismos internacionales también acudirán al evento que contará con la cobertura de unos 800 periodistas nacionales e internacionales ya acreditados.
Retos de Funes Funes será a partir de hoy el presidente de uno de los países más pobres de América Latina. Datos de 2004 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revelan que el 47, 5 por ciento de la población vive en pobreza total y el 19 por ciento en extrema pobreza.
Otro de los grandes problemas del país es la vivienda. Según un Informe de Desarrollo Humano emitido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2008, existe un déficit de viviendas superior al medio millón de unidades, un número que se viene arrastrando desde 1995.
Uno de los desafíos de Funes será enfrentar la dependencia de las remesas que provienen, principalmente, de sus 2, 5 millones inmigrantes en Estados Unidos. Según datos que maneja el Congreso norteamericano, desde ese país se envían anualmente a El Salvador unos 4. 000 millones de dólares (3. 105 millones de euros), que representan el 20 por ciento del producto interior bruto.
La crisis económica que vive Estados Unidos ha afectado en gran medida a los inmigrantes, lo que ha generado una cadena de consecuencias que ha terminado por afectar a los habitantes de las naciones más pobres del continente que dependen de lo que envían sus familiares de otros países, para poder cubrir por lo menos las necesidades básicas.
El tema de la violencia no podrá pasar tampoco desapercibido para el nuevo presidente. De acuerdo con el Observatorio Centroamericano sobre Violencia (OCAVI), El Salvador es el país más violento de Latinoamérica, con una tasa de 67, 8 homicidios por cada 100. 000 habitantes.
La sanidad también forma parte de la larga lista de necesidades que tendrán que ser atendidas con prioridad. El año pasado la gastroenteritis aguda, una enfermedad viral que se puede curar si se trata a tiempo, se cobró la vida de 44 menores, según el registro de Estadísticas Forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) salvadoreño, de acuerdo a las cifras citadas por la cadena británica BBC.
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