Polémica en Rusia por la tortura policial

Nazárov fue detenido el pasado 9 de marzo en Kazán, capital de la república de Tatarstán, acusado de robo. Fue trasladado a una comisaría, en donde r ecibió una brutal paliza por no reconocer su delito . Después fue sodomizado con una botella de champán . Tuvo que ser finalmente trasladado al hospital y, tras ser operado, murió al día siguiente.

Algo idéntico le sucedió en enero de 2010 al periodista de Tomsk (Siberia), Konstantín Popov, quien también pereció después de que le introdujeran por el ano el mango de una pala . Al parecer, en este caso el tormento no pretendía arrancar una confesión. Fue violencia gratuita motivada por las amenazas que profirió la víctima de denunciar ante los tribunales la arbitrariedad de los agentes. El policía asesino fue condenado a 11 años de cárcel.

Medvédev ordenó una reforma de la Fuerzas de Orden Público hace dos años. Fue culminada en 2011 y muchos policías que no superaron las pruebas exigidas fueron expulsados del cuerpo. Sin embargo, según Ponomariov, los casos de tortura se han multiplicado desde entonces “y no todos salen a la luz”.

Un suceso que causó especial conmoción el pasado mes de enero fue el de Nikita Leóntiev, un adolescente de 15 años acusado también de hurto y golpeado hasta la muerte por un comisario y dos de sus ayudantes en San Petersburgo. Intentaban lograr que admitiese la fechoría supuestamente cometida.

Anatoli Barabash, un abogado que se dedica precisamente al fenómeno de la violencia dentro de la Policía, sostiene que “no todos los excesos deben ser asociados con la intención de obtener confesiones. A veces basta una mala mirada o una advertencia sobre los derechos que asisten al detenido para que el inspector de turno se emplee a fondo con el arrestado”. Barabash cree que en la Policía rusa hay mucho psicópata y sádicos que se divierten martirizando al prójimo.

El ministro de Interior tachó ayer a los policías de Kazán de “traidores” por mancillar la reputación del cuerpo con crímenes como el perpetrado en relación con Nazárov. “Ha sido deleznable lo sucedido y los culpables deben responder por ello” , manifestó Nurgalíev durante una videoconferencia con la cúpula de su ministerio.