Durísimas condiciones de reclusión para las integrantes del grupo ruso «Pussy Riot»

María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, condenadas a dos años de cárcel, han sido recluídas fuera de Moscú para cumplir sus penas

Durísimas condiciones de reclusión para las integrantes del grupo ruso «Pussy Riot» reuters

rafael M. mañueco

Las dos integrantes del conjunto punk ruso Pussy Riot, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova, de 24 y 22 años de edad respectivamente, condenadas a 2 años de cárcel por improvisar un concierto en el altar de la Catedral de Cristo de Salvador de Moscú ... , acaban de ser trasladadas a las cárceles en donde deberán cumplir la pena.

Aliójina se encuentra ya en la penitenciaría número 32, situada en la ciudad de Perm, a casi 1.500 kilómetros de Moscú. Fue un GULAG (campo de prisioneros) en la época de Stalin . Tolokónnikova, su compañera, ha sido enviada a la «colonia» número 14, en la república de Mordovia , a más de 600 kilómetros al este de la capital rusa. Así lo ha asegurado Violeta Vólkova, abogada de ambas jóvenes.

La letrada sostiene que el centro en donde está recluida Tolokónnikova, que ha dado una imagen de mayor rebeldía durante el juicio, se encuentra cerca de una diminuta aldea y suele acoger reclusas que cumplen sentencias por primera vez. Se las utiliza para confeccionar ropa fuerte para trabajo .

Allí en Mordovia estuvo encarcelada Svetlana Bajminá, abogada de la petrolera Yukos, que fue condenada a seis años y medio de prisión. Según sus palabras, «nos trasladaron apiñadas en celdas y al día solamente nos dejaban ir al retrete dos veces». Ya en el penal, «las reclusas éramos confinadas unos días en cuarentena. Es el momento más duro para quien acaba de llegar». Bajminá asegura que «te humillan sin cesar y cualquier denuncia a un funcionario convierte tu estancia en un infierno» .

Las instalaciones no incluyen lugares en donde se pueda lavar la ropa con agua caliente ni tampoco secadoras. Las mujeres no tienen al día ni un solo minuto de intimidad . Están todo el tiempo rodeadas de otras compañeras o guardias. El hacinamiento es uno de los principales problemas en los presidios rusos .

Las internas se levantan muy temprano, realizan ejercicios físicos en el patio, incluso aunque las temperaturas sean bajo cero, y dedican toda la jornada a trabajar . Piotr Verzilov, marido de Tolokónnikova, afirma que las cárceles de Mordovia y Perm «son de las más crueles que hay en Rusia» .

Las dos activistas pidieron cumplir la condena en Moscú para estar cerca de sus familias. Ambas son madres . Tolokónnikova tiene un niño de cinco años y Aliójina otro de cuatro años, pero la solicitud les fue denegada. Defensores de los Derechos Humanos consideran que lo que se ha pretendido enviando a las jóvenes lejos de Moscú es dificultar las visitas de familiares y la presencia de medios de comunicación.

El pasado 10 de octubre, la única que logró la libertad condicional de las tres detenidas fue Ekaterina Samutsévich, de 30 años. Su recurso no fue rechazado por el tribunal como sí sucedió en el caso de las otras dos componentes del grupo.

Las tres mujeres protagonizaron el pasado 21 de febrero un concierto-oración en el altar de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú implorando a la Virgen María que eche del poder al presidente Vladímir Putin. Fueron detenidas en marzo y, el 17 de agosto, las condenaron a dos años de cárcel acusadas de «gamberrismo motivado por odio religioso».

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