Rusia muestra las fotos de las «viudas negras» que se inmolaron en el metro de Moscú
Los rostros ensangrentados de las dos mujeres suicidas que saltaron por los aires al explosionar el "cinturón del mártir" cargado de explosivos en el metro de Moscú llenan hoy los diarios digitales de medio mundo. Las viudas negras responsables de la muerte de 39 personas ... en los dos ataques en plena hora punta del metro moscovita tenían entre 22 y 45 años. Hoy, la capital rusa ha decretado una jornada de duelo con las banderas a media asta para empezar a enterrar a las víctimas. Por otro lado, y para tapar los agujeros en el sistema de seguridad que han hecho posible que los terroristas logren golpear otra vez el corazón de Moscú, el Kremlin avanzó ayer la inminente aparición de un paquete de medidas que incluirán cambios en la legislación antiterrorista, ayudas para el desarrollo económico del Cáucaso Norte y el posible restablecimiento de la pena de muerte para los delitos de terrorismo.
El anuncio, con el que los dirigentes rusos pretenden tranquilizar a una atemorizada y crispada población, ha coincidido con la jornada de luto. Centenares de moscovitas bajaron ayer a las estaciones de metro de «Lubianka» y «Park Kulturi» para depositar flores y velas. Allí fue en donde el lunes dos mujeres detonaron en plena hora punta las cargas explosivas que llevaban consigo.
La Policía busca incesantemente a dos mujeres de apariencia eslava y a un hombre con barba, que, según las grabaciones de las cámaras de seguridad del metro, acompañaban a las terroristas suicidas («viudas negras») minutos antes de perpetrar los atentados.
«Se esconde en el lodo»
«Sabemos que se esconden en el lodo, pero es una cuestión de honor para los servicios de seguridad sacarles del fondo de las cloacas para que Dios los vea», declaró ayer el primer ministro, Vladímir Putin, durante una reunión ministerial dedicada a la seguridad vial.
Encontrar a los probables «instructores» de las dos jóvenes terroristas que se inmolaron es prácticamente la única forma de llegar con relativa rapidez al final de la cadena y averiguar quién exactamente está detrás de la matanza. Fuentes policiales, no obstante, aseguran que la identificación de las dos «viudas negras» es posible, ya que, entre los fragmentos recuperados de sus cadáveres, están las cabezas completas.
El presidente Dmitri Medvédev dijo ayer durante una reunión en el Kremlin que «hay que prestar más atención al perfeccionamiento de la legislación para la prevención del terrorismo, incluida la normativa que regula la actividad de las diferentes estructuras que investigan los crímenes». Según su opinión, deben además revisarse determinadas condenas dictadas en el pasado de forma incorrecta o fraudulenta.
El diario ruso «Kommersant» afirmaba en su edición de ayer que los servicios secretos y la Policía habían sido alertados de la preparación de los atentados del lunes en el metro. Aunque se desplegó un dispositivo de vigilancia, se comprobaron documentaciones y se registraron los bolsos de muchas mujeres con fisonomía sureña, no se pudo evitar la tragedia.
La negligencia y la corrupción en el seno de las fuerzas rusas han facilitado a los terroristas muchas veces su labor. Los secuestros en el teatro Dubrovka de Moscú, en octubre de 2002, y en la escuela de Beslán, en septiembre de 2004, fueron posibles porque nadie detuvo ni comprobó los vehículos en los que los terroristas se trasladaron.
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