Romano Prodi forma un Gobierno centrado en reflotar la degradada economía italiana
El ex presidente de la Comisión Europea, consciente de la necesidad de trabajar en equipo, ha tratado de aglutinar un grupo homogéneo y sólido para gobernar
A los diez años justos de la formación de su primer Gobierno, Romano Prodi constituyó ayer su segundo Ejecutivo, caracterizado por la presencia de otros dos ex primeros ministros, Massimo D´Alema y Giuliano Amato, y de los jefes de los principales partidos de la coalición.
El Gobierno tomó posesión por la tarde y celebró a continuación su primer consejo de ministros. Hoy comparecerá ante el Senado para el voto de investidura. El equipo incluye solo seis mujeres, menos del tercio del total prometido durante la campaña.
Romano Prodi se manifestó «muy satisfecho, porque pienso que este equipo puede funcionar bien. Son personas apropiadas para crear un grupo sin conflictos que pueda trabajar bien en conjunto, y ésto es más importante que cualquier otra característica». La división interna que hizo caer al primer Gobierno Prodi, ha provocado también la derrota electoral de Berlusconi, según reconoció en su conferencia de prensa de final de mandato. Para Prodi, la unidad de la coalición es todavía más importante, pues «la Unión» está formada por ocho partidos y dispone de una mayoría muy exigua en el Senado.
La cúpula del Gobierno está formada por una «tríada» pues Romano Prodi nombró dos vicepresidentes: Massimo D´Alema, que es también ministro de Asuntos Exteriores y Francesco Rutelli, que desempeñará la cartera de Cultura. D´Alema es el presidente de los Demócratas de Izquierda, el mayor partido de «la Unión», mientras que Rutelli es el líder de «La Margarita», que ocupa el segundo puesto. Los otros seis partidos son pequeños, y algunos casi marginales.
Equilibrado reparto de Carteras
Prodi entregó el Ministerio del Interior al ex primer ministro Giuliano Amato que fue dos veces jefe de Gobierno y disfruta un gran prestigio en ambientes internacionales. La cartera de Defensa ha sido para Arturo Parisi, hombre de confianza de Prodi y uno de sus más estrechos colaboradores políticos durante la última década.
Amenazas de Mastella
De las carteras importantes tan sólo la de Justicia queda con riesgo, pues la ejercerá Clemente Mastella, jefe del minúsculo partido «Udeur», caracterizado por chantajear continuamente con la amenaza de abandonar la coalición y hacer caer todo el entramado.
La prioridad del Gobierno es relanzar la economía después de una legislatura desastrosa en la que el PIB ha crecido a una media de tan sólo un 0,7 por ciento anual durante el quinquenio de Silvio Berlusconi. Por eso, un elemento clave en el Ejecutivo es el ex consejero del Banco Central Europeo Tommaso Padoa-Schioppa, nuevo ministro de Economía, quien lleva ya un mes trabajando con Romano Prodi para reparar cuanto antes la pérdida de competitividad del país y su llamativa caída en los «ranking» internacionales bajo el doble peso del estancamiento y los escándalos como el de Parmalat.
Otro «peso pesado» en el Gobierno es el antiguo fiscal de «Manos Limpias» Antonio di Pietro, que asumió la Cartera de Infraestructuras. Poner un fiscal al frente de las obras públicas tiene una lógica especial en Italia, pues las mafias controlan las adjudicaciones y contratas en la mitad del país.
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