Los reformistas llaman hoy a los iraníes a una «jornada de duelo» en las mezquitas

Ayer el punto de reunión era la plaza de Haft-e-Tir, y pese a los problemas en las comunicaciones decenas de miles de personas volvieron a juntarse para exigir la repetición de los comicios.

Aunque se ha reducido el número de incidentes, se recrudece el de detenciones. Los intelectuales Saeed Laylaz y Reza Jalaiepour fueron encarcelados ayer, junto al ex vicepresidente Mohamad Ali Abtahi, muy activo desde el presunto pucherazo en las urnas. La caza de brujas no cesa y Musavi colgó un comunicado en su página web para condenar «los arrestos de hijos de la revolución, que sólo potenciarán las protestas».

Mohsen Rezai, el segundo candidato que menos votos obtuvo en los comicios, según datos oficiales, añadió ayer leña al fuego asegurando disponer de pruebas que certifican que obtuvo «218.149 votos más» que los setecientos mil que le asignó el Ministerio de Interior.

Periodismo urbano

La prensa extranjera no está acreditada para cubrir las protestas porque el Gobierno las considera «ilegales», y la maquinaria censora trata de frenar el flujo de información desde las calles de Teherán al resto del mundo. El apagón informativo es cada vez mayor, pero internet es una autopista al exterior para la revuelta.

La Guardia Revolucionaria, sobrepasando sus competencias militares, advirtió de que iniciaría «medidas legales contra los bloggers y webs que colgaran contenidos que incitaran a la violencia», ya que están «financiados y apoyados técnicamente por Estados Unidos». Las autoridades redujeron el ancho de banda a la mitad para dificultar el tráfico de vídeos, pero tendrán que prohibir los teléfonos móviles con cámara si quieren silenciar este «periodismo urbano».

Un día más, ayer salieron a la luz cientos de documentos gráficos. Entre ellos algunos que muestran los dormitorios de la Universidad de Teherán en los que, según los estudiantes, al menos cuatro jóvenes fueron asesinados el martes por la noche por los voluntarios del Basij en la noche del martes.

«Intervencionismo»

Además del presunto papel atribuido por el régimen a Estados Unidos en el apoyo a las nuevas tecnologías y redes sociales como canalizador de información en esta revuelta, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní llamó ayer a consultas al embajador suizo -representa los intereses norteamericanos en la república islámica- para denunciar el «intervencionismo» estadounidense en la situación de Irán. Desde Washington, fue el turno para Barack Obama, quien declaró en la cadena CNBC que ve «pocas diferencias políticas» entre Ahmadineyad y Musavi.