Reda Kriket, un violento gánster que financiaba la yihad con robos

Detenido en París cuando preparaba un atentado, era un viejo conocido de la policía

JUAN PEDRO QUIÑONERO

27/03/2016
Actualizado a las 03:22h.

La biografía de Reda Kriket (34 años), detenido la noche del jueves cuando planeaba un atentado en la periferia de París, permite establecer las relaciones ideológicas y religiosas entre yihadismo y delincuencia común. Kriket nació en Courbevoie (Hauts-de-Seine), en ... la periferia noroeste de París, y ha sido uno de los primeros y más temibles predicadores franceses de la «ghanima», el concepto islámico que justifica la violencia, el robo y el atraco a mano armada a los infieles, con el fin de financiar la «guerra santa».

Adolescente ultraviolento, mucho antes de descubrir el islam Kriket ya tenía el perfil de un jefe de banda de delincuentes , que imponía a sus compinches una disciplina cruel y «marcial». Su primera detención tuvo lugar antes de cumplir los 20 años, tras una reyerta entre bandas rivales.

La violencia suburbana lo «condujo» muy pronto al atraco a mano armada, con predilección particular por las joyas, relojes y objetos de lujo. El descubrimiento del islam, entre internet y en la cárcel, tras sus primeras detenciones, le permitió dar a su afición personal por las piedras preciosas una dimensión «religiosa». El islam permitía dar una «cobertura cultural» a la delincuencia sin escrúpulos.

El concepto islámico de «ghanima» justifica el robo y asesinato de infieles con el fin de conseguir fondos para la «guerra santa». Según varias fuentes policiales, Reda Kriket fue uno de los primeros delincuentes franceses en utilizar ese principio para enardecer y justificar sus acciones criminales.

Fichado desde 2010

Las fuentes policiales y judiciales francesas dicen haber seguido la pista de Reda Kriket desde 2010 a 2014. En 2014 fue detenido en Serbia transitando por una ruta de refugiados utilizada por miembros de Daesh. No está claro si consiguió escapar o fue puesto en libertad. Un año después, fue juzgado en Bruselas cuando ya vivía en la clandestinidad, entre los suburbios belgas y los parisinos, con muchos contactos con el hampa franco-belga, y con los hombres de Daesh en Siria y Europa.

Al principio de su carrera criminal, Kriket fue un personaje temido por su violencia sin escrúpulos ni justificación religiosa. La «ghanima» lo convirtió en un «Papá Noel» islamista, como era conocido entre algunas bandas de la periferia parisina, que descubrió su penúltima vocación: oficiar de «teórico» del yihadismo financiado a través de los atracos a mano armada . «Hay mucho tipos y predicadores como él en los suburbios», dice lacónica una fuente policial que prefiere guardar un púdico anonimato.