Los rebeldes avanzan hacia Goma y fuerzan la huida de miles de civiles

"Toda la población está huyendo de Goma y los rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo de Nkunda se encuentran a cuatro kilómetros de la ciudad", ha indicado una fuente anónima citada por la agencia misionera de las Naciones Unidas. "La situación está completamente fuera de control, la gente huye como puede en dirección a Ruanda o hacia el sur", ha añadido.

Por su parte, Madnodje Mounoubai, portavoz de la ONU en el Congo, ha declarado que esta misión ha tomado medidas de seguridad para su personal y para los cooperantes de las ONG. A su juicio, la huida de los civiles se debe al temor a la violencia y a los saqueos por parte de los rebeldes. Pero Mounoubai dijo luego que los insurgentes tutsis, tras tomar la localidad de Rushuru, han declarado un cese de hostilidades en Kivu Norte, algo que los insurgentes no han confirmado.

Alarmado por el recrudecimiento del conflicto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha advertido de que la "intensificación y expansión del conflicto está creando una crisis humanitaria de dimensiones catastróficas y amenaza con graves consecuencias a gran escala".

En un comunicado leído por su portavoz, Marie Okabe, Ban ha exigido a "todas las partes el cese inmediato de hostilidades y el respeto al Derecho Internacional Humanitario". Ban "deplora la utilización de civiles como escudos humanos y como objetivo deliberado de los combatientes", ha añadido Okabe. Aclarando este aspecto, la portavoz ha explicado que las partes en liza están impidiendo a los cascos azules la evacuación de los civiles.

Entre éstos se encuentran los "trabajadores humanitarios", incluida -ha señalado Okabe- la misionera española que ha resultado herida en los combates y a la que han tenido que amputar las dos piernas. La religiosa, que se encuentra "muy delicada", será atendida en República de Benín y luego irá a España. "No puedo describir lo desesperado de la situación en el terreno en estos momentos", ha subrayado Okabe al referirse a la situación del país africano.

Ante la gravedad de la situación, miles de civiles y cientos de soldados congoleños han buscado refugio en Goma. Un testigo ha indicado que los civiles que huyen y los soldados en retirada están entrando en la ciudad desde el norte, donde el Ejército ha luchado con los insurgentes.

Naciones Unidas, consciente también de los crecientes riesgos, ha evacuado a la mayoría de su personal civil de su sede de Goma. Pero los congoleños no han permanecido impasibles al ver cómo se marchaban los cooperantes y, víctimas del pánico, han acusado a la ONU de no esforzarse suficientemente para hacer frente a los rebeldes. Un miembro de la ONU, que estaba siendo evacuado en un convoy que fue atacado, ha relatado que "fue bastante horrible" porque varios "jóvenes enfurecidos lanzaron piedras, rompiendo las ventanillas".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que hasta 45.000 congoleños han escapado de varios campamentos para desplazados situados en Kibati, a unos doce kilómetros al norte de Goma, en dirección a esta ciudad. Los desplazados, incluidos los 30.000 que llegaron ayer a Kibati, huyen de los rebeldes de Nkunda.

Un cooperante de ACNUR ha asegurado que la población ha empezado a marcharse cuando ha visto que los militares iban desde el norte hacia Goma. "La gente corría en todas direcciones", ha puntualizado. En muchas de las calles de Goma, abarrotadas de gente, había un caos total, según los testigos.

A causa de los enfrentamientos y de los desplazamientos, escasean las medicinas y los centros médicos están saturados, además de que aumenta el riesgo de brotes de cólera en la frontera, según ACNUR. Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha hecho hincapié en que los desplazados necesitan urgentemente refugios, agua, comida y medicinas.

Cruz Roja mantiene su presencia en Goma, pero su personal no sale de las oficinas, por lo que es incapaz de evaluar la situación de la población u obtener datos de los desplazados y los heridos. Los combates en Kivu Norte se recrudecieron a finales de 2006. En enero de 2008, elevaron la cifra de desplazados a más de 800.000, y las ONG calculan que ahora hay casi un millón de refugiados internos en la provincia.

El incremento de la violencia en el Congo ha llevado a Francia, que preside la Unión Europea, a plantear el envío de una fuerza de la UE al país africano. Así lo ha explicado el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, quien ha agregado que varios Estados miembros se oponen a esta propuesta. "Hemos discutido sobre un grupo que se denomina grupo táctico. Este grupo táctico es una guardia militar que, con un funcionamiento rotativo, puede ofrecer entre 400 y 1.500 efectivos que podríamos desplegar en nombre de Europa dentro de ocho o diez días", ha declarado Kouchner. "Espero que la Presidencia francesa haga una propuesta en los próximos días", ha añadido. Actualmente, están desplegados en el Congo 17.000 cascos azules de la misión de la ONU en República Democrática del Congo.

Sin embargo, fuentes comunitarias han señalado que ni la ONU ni Kinsasha han pedido a la UE que despliegue una misión en RDC. "No hay ninguna discusión de momento sobre preparativos militares", han indicado.

Por su parte, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, ha abordado la situación de RDC con los jefes del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) de la UE durante un almuerzo de trabajo que han mantenido en Bruselas. Solana les ha informado de los "esfuerzos diplomáticos" que está impulsando, ha explicó en rueda de prensa el presidente del Comité Militar de la UE, el general francés Henri Bentégeat. "Es el momento de la acción diplomática. Más tarde, dependiendo de la evaluación de la ONU, veremos si se necesita otro tipo de acción", ha remarcado.

En este sentido, Bentégat ha precisado que, aunque para la UE "no hay limitaciones para utilizar batallones" de combate, "si hay una urgencia operativa en alguna parte", los Veintisiete tendrían que alcanzar "una decisión política" al respecto, sólo "después de analizar la situación" y si dicha contribución "pudiese aportar una solución".

La seguridad en el este del país se ha deteriorado aún más desde el pasado fin de semana, especialmente en Kivu Norte, donde Nkunda reanudó el domingo una ofensiva al frente de 3.0000 guerrilleros contra el Ejército congoleño. El pasado mes de agosto fracasó el plan de paz firmado en enero.