¿Qué se puede esperar de las dos cumbres sobre Siria en Viena y Turquía?

El sábado arranca en Viena una nueva sesión de negociaciones de paz presidida por el emisario de la ONU, Staffan de Mistura. El domingo se inaugura en la costa mediterránea de Turquía la cumbre del G20 , y se da por descontado que -como desea Ankara- la guerra en Siria ocupará buena parte de las discusiones de los líderes de las mayores potencias económicas del planeta.

En el encuentro de Viena, Rusia, principal aliado del régimen de Bashar al Assad , presentará sus ideas para la hoja de ruta de la paz, que ya cuenta con cierto consenso en sus trazos generales: un periodo de régimen transitorio -sin Assad- de no más de 18 meses, y elecciones generales al término de esa fase en las que sí podría presentarse el dictador de Damasco (garante, para Moscú, de los intereses de la minoría chií de Siria). Las consecuencias de la caída y ejecución de Sadam Husein pesan en la memoria.

La tarea titánica que es preciso resolver antes de sentarse con los enviados de Damasco es seleccionar a los representantes de las decenas de milicias rebeldes que operan en el país, musulmanas, kurdas y cristianas, islamistas y menos islamistas. Fuentes diplomáticas citadas por France Presse señalan que Moscú acudirá a la cumbre de Viena con una lista de 38 nombres de opositores sirios, en los que figuran personalidades de la oposición interna e incluso de Hermanos Musulmanes. Arabia Saudí ha elaborado una relación de 20 nombres, y Egipto presentará diez. Estados Unidos cuenta, desde hace años, con grupos rebeldes prooccidentales que patrocina y financia, en particular los kurdos, pero aquí se topa con la posición inflexible de Turquía . Erdogan, fortalecido por su reciente reelección, defenderá en Viena y en la cumbre del G20 la tesis de que los rebeldes kurdo-sirios son “tan terroristas” como los yihadistas de Estado Islámico, y deben ser por tanto apartados del proceso de negociación.