El pueblo evita la detención de un coronel del Ejército venezolano que pidió la dimisión de Chávez

Un coronel en activo de la Fuerza Aérea venezolana pidió ayer en público la dimisión del presidente Hugo Chávez, al que acusó abiertamente de no respetar los principios democráticos. Con posterioridad, la policía militar intentaba detenerlo cuando circulaba por Caracas, pero los ciudadanos, en un levantamiento espontáneo, lo evitaron.

El coronel Pedro Soto, ayer, a su salida del Foro por la Libertad, en Caracas, antes de la revuelta popular. Epa

El pronunciamiento de un coronel en activo de la Fuerza Aérea venezolana pidiendo la dimisión del presidente Hugo Chávez se transformó ayer en una impresionante movilización de protesta en toda la ciudad de Caracas que al cierre de esta edición vivía una efervescencia extraordinaria.

El ... coronel de aviación Pedro Luis Soto se levantó en un foro dedicado precisamente a la libertad de expresión y que se celebraba en un hotel de la capital venezolana, ante las cámaras y micrófonos de los principales medios de comunicación del país.

«El presidente se tiene que ir, que renuncie, y antes de que renuncie que convoque elecciones para que deje el país en la democracia, en manos de un civil». Soto, un oficial hasta ahora desconocido, fue el primero en activo en tomar una posición abierta en contra de Chávez. El militar dijo representar a una mayoría de los militares venezolanos, que según su versión estarían descontentos con la marcha del Gobierno en Venezuela. Chávez ha celebrado esta semana el décimo aniversario de su intentona golpista de 1992 en el punto más bajo de su popularidad desde que hace 3 años ganó por primera vez las elecciones presidenciales.

Algunos han recordado que el coronel Soto está vinculado al ex presidente Carlos Andrés Pérez, que es contra el que Chávez se levantó, y que por ello se le había negado su ascenso a general.

Sin embargo, el gesto ilustra la creciente y alarmante descomposición del régimen chavista, que en el último año ha perdido la mayor parte de sus apoyos.

Cuando la policía militar intentaba detener al coronel soto, un enjambre de periodistas y vecinos lo impidió y más tarde los principales barrios de la capital se convirtieron en escenario de sonoros cacerolazos en contra del presidente. La ciudad quedó paralizada mientras en la céntrica Plaza Altamira se organizó un mitin espontáneo al que acudió el mismo Soto para hablar al público.

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