Las protestas pierden impulso en Jordania

«Todo el mundo árabe tiene el mismo tipo de Gobierno: dictaduras», recuerdan los manifestantes. El nombramiento de un nuevo primer ministro divide a la oposición

REUTERS

DANIEL IRIARTE

Ammán no es El Cairo. Sus calles están mucho más limpias, cuidadas y, sobre todo, tranquilas. La miseria nunca ha sido la de Egipto, y por ello tampoco la tensión de estos días. Eso ayuda a explicar la facilidad con la que, tras tres ... semanas de protestas y con apenas un par de gestos –subsidios a algunos productos básicos y la destitución del primer ministro- el rey Abdalá ha conseguido dividir a la oposición.

Ayer, el número de gente que protestaba era una cifra varias veces inferior que en las semanas anteriores. La coalición opositora se ha dividido entre el Frente de Acción Islámica (el brazo político de la Hermandad Musulmana jordana) y el izquierdista Partido de Unidad Popular, que abogan por continuar las protestas, y aquellos que se dan por satisfechos, entre ellos el Partido Comunista jordano, el Hashed (palestino), y las diferentes versiones locales del Partido Baaz.

«Buscamos reformas, no confrontación»

"Buscamos la reforma, no la confrontación”, asegura Abla Abu Olbeh, secretaria general del partido Hashed. “Queremos darle una oportunidad al nuevo primer ministro”, afirma. Otros, como Hamzah Mansour, líder del Frente de Acción Islámica, se consideran “decepcionados” por el nombramiento de Maruf Bakhit en el cargo. “No queremos un cambio de caras, queremos cambio en la base, y gobiernos formados de acuerdo al resultado de elecciones parlamentarias”, ha declarado.

“P ara mí, el cambio de gobierno es una trampa . En Túnez o Egipto, las demandas empezaron siendo pequeñas, pero se fueron convirtiendo progresivamente en algo más grande. Pero eso no ha ocurrido en Jordania”, afirma N., un activista de la campaña “Ya llegamos”. “ El rey ha sido muy listo , ha tomado un montón de medidas. Al segundo día de protesta redujo un veinte por ciento el precio del petróleo, y aumentó en 20 dinares (unos 20 euros) el salario de los funcionarios ”, explica. Este incremento es sustancial si se tiene en cuenta que el sueldo medio de un trabajador del gobierno está en los 300 dinares.

La plataforma “Ya llegamos” se creó inmediatamente después del inicio de las protestas en Túnez. “ Todo el mundo árabe tiene el mismo tipo de gobierno, una dictadura . Cuando Ben Alí cayó, sentimos que podíamos hacer algo contra estos regímenes y tener éxito. La gente comprendió que se puede hacer algo”, asegura N., en cuya casa tienen siempre encendida la televisión en algún canal árabe de noticias, para poder seguir en directo los sucesos de El Cairo.

Corrupción

Los manifiestos de “Ya llegamos” acusan al gobierno de haber vendido los bosques, las aguas subterráneas del mar Muerto , el puerto de Aqaba y la compañía nacional de fosfatos, así como de corrupción. En las partidas presupuestarias estatales han desaparecido nada menos que 17.000 millones de dinares, aseguran. “¡Queremos saber dónde están!”, exige la plataforma, heredera de los movimientos sociales que han agitado Jordania en los últimos años: uniones de profesores, agrupaciones de soldados retirados, sindicatos o colectivos de desempleados son algunos de los grupos que la conforman.

“El gobierno ha privatizado muchas empresas estatales, que han reducido sus plantillas, por lo que el paro se ha disparado. Además, mientras las compañías del estado normalmente sólo aceptaban trabajadores jordanos, las nuevas contratan también a palestinos, lo cual es un tema importante para muchos jordanos”, explica N.

Eso en un contexto en el que Jordania sufre la peor crisis económica de las últimas décadas : el déficit alcanza los 1.400 millones de euros, y la inflación ha pasado del 1,5 % al 6,1 % en un solo mes. El precio del petróleo se ha quintuplicado en los últimos cinco años.

Muchos culpan al rey Abdalá

En parte, además, se debe a la quiebra de los dos grandes mercados tradicionales para los productos jordanos , Irak y la región de Cisjordania, cuyas economías colapsaron, respectivamente, tras la invasión estadounidense y la segunda Intifada. Muchos culpan al rey Abdalá , dada la política conciliadora del monarca tanto con EE.UU. como con Israel.

Pero nadie en Jordania, ni el republicano más feroz, se atreve a apuntar críticas tan altas, al menos en público. “Lo máximo que la gente puede aspirar a exigir es el derecho a elegir al primer ministro”, asegura Nico. “Una monarquía democrática como en España o el Reino Unido. Pero no puedes decir que quieres que el rey se vaya. Al menos por ahora”.

Por eso es improbable que las protestas vayan a ir mucho más lejos. Tanto esta tarde como mañana, el Frente de Acción Islámica y el Partido de Unidad Popular han convocado nuevas manifestaciones. Se verá, entonces, si el rey Abdalá ha ganado definitivamente la batalla que perdió Ben Alí.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios