Prisión de 18 meses para la espía rusa que se infiltró en la asociación del rifle para ayudar a Trump

La juez ha autorizado, además, la deportación de Butina a Rusia cuando acabe su condena, de la que ya ha cumplido nueve meses. Por ley, todos los agentes extranjeros deben registrarse al inicio de sus labores de lobby ante el departamento de Justicia norteamericano. Butina no lo hizo a pesar de viajar con tal fin a EE.UU. en 2015, año en que participó en varios congresos y mítines y llegó a formular una pregunta al entonces candidato Donald Trump.

El caso de Butina se instruyó en un juzgado de la capital federal, en una causa separada de la investigación del fiscal Robert Mueller . Este ha presentado cargos contra una treintena de ciudadanos y empresas de Rusia por injerencia electoral en EE.UU.

Según ha logrado probar la fiscalía, con ayuda del FBI, Butina diseñó un sofisticado plan para infiltrarse en foros conservadores, incluida la Asociación Nacional del Rifle , y establecer contacto con Trump, a quien consideraba ganador seguro en las primarias. Paralelamente, había entonces dos campañas de injerencia digital diseñadas por funcionarios y empresarios ligados al Kremlin para asegurarse de que Trump ganaba las elecciones, según ha revelado Mueller en su informe sobre la trama rusa, enviado al Capitolio.

Según la fiscalía, Butina trabajaba a las órdenes de Alexander Torshin, vicegobernador del Banco Central de Rusia , al que se le sospechan estrechos lazos con la mafia rusa en España y que estuvo a punto de ser detenido por la Guardia Civil en España en 2013. Torshin es además miembro de la Asociación Nacional del Rifle.

Para atraerse la confianza de los políticos republicanos más influyentes en esa Asociación Nacional del Rifle, Butina creó una sociedad similar en Moscú y organizó conferencias a las que, según la fiscalía, llegó a acudir el ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavrov.