El primer ministro rumano allana el camino a la destitución del presidente Basescu
Ponta, en un proceso cargado de irregularidades, aprueba la modificación de la ley que regula las funciones del presidente para esterilizar sus funciones ejecutivas
ENRIQUE SERBETO
La disputa política entre el primer ministro rumano, el socialista Victor Ponta, y el presidente Traian Basescu, se ha convertido en una batalla que amenaza con arrasar la precaria estabilidad institucional de uno de los países más pobres de Europa . A pesar de ... la inquietud que ha suscitado entre las autoridades comunitarias, los partidarios de Ponta han aprobado una ley que permitirá primero suspender las funciones del presidente de la República para después llevarle -por segunda vez- a un referéndum sobre su destitución , después de haber cambiado las reglas para hacer más fácil un resultado favorable a sus intereses. La vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, ha calificado de « preocupante » esta situación, mientras que el Partido Popular Europeo, al que pertenece Basescu, se ha movilizado en la Eurocámara para denunciar un proceso cargado de irregularidades inquietantes .
La lucha a muerte entre los dos líderes salió a la luz en la pasada cumbre de Bruselas, cuando Ponta se empeñó en presidir la delegación rumana a pesar de una decisión contraria del Tribunal Constiucional, que atribuye la representación exterior del país al presidente. Pese a ello, el primer ministro acudió a la fuerza Bruselas a costa de provocar una situación muy incómoda a los servicios protocolarios del Consejo. Ponta le reprocha a Basescu el haber influído en la política económica del gobierno anterior , a pesar de que su papel es principalmente representativo, pero sobre todo cree que en las actuales circunstancias preferiría gobernar sin obstáculos después de haber obtenido en mayo una amplia mayoría en las elecciones.
Lo primero que hizo Ponta - acusado a su vez de haber plagiado su tesis doctoral - después de volver de Bruselas el fin de semana pasado es lanzar una batería de denuncias contra los jueces del tribunal Constitucional, a los que amenazó con destituir, lo que provocó una reacción instantánea en las instituciones comunitarias. “Lo que pasa en Rumanía es mucho mas grave que lo que sucedió en Hungría” dijo Gunter Krichbaum, presidente de la Comisión de Asuntos Europeos de la Eurocámara. Otros eurodiputados populares han sugerido que se suspenda a Rumanía de sus derechos en el Consejo Europeo.
Declarándose “sensible” a esta ofensiva de críticas, Ponta ha aceptado retirar esta demandas , que se consideraban como un atentado intolerable a la independencia de los jueces, pero les ha dejado el análisis de la reforma de la ley que se aplica en caso de destitución del Presidente de la República, que requiere un voto mayoritario en el Parlamento -que está a su alcance- y un referéndum en el que se pronuncien a favor de despojar al presidente del cargo una mayoría simple de votantes y no la mayoría del censo, como se establece en la actualidad.
La primera fase, el cambio de la ley, ya está aprobada . Falta la suspensión provisional de funciones de Basescu para lo que los socialistas de la Unión Social Liberal (USL) tienen también mayoría suficiente. El problema es que Rumanía está pendiente de unas negociaciones vitales con al Fondo Monetario Internacional (no pertenece a la zona euro y no puede acceder a los fondos del Eurogrupo) y que toda esta inestabilidad política amenaza con boicotear los esfuerzos por inyectar un poco de dinero a la economía del país, afectada también por sus propias burbujas. Por lo que sucedió en la pasada cumbre de Bruselas, a la que Ponta acudió sin hacer caso de la sentencia del Tribunal Constitucional, es muy posible que haga el mismo caso a lo que le puedan decir los jueces sobre la constitucionalidad de sus reformas legales.
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