El presidente de Haití fue asesinado por una lista vinculada al narcotráfico que iba a entregar a EE.UU.

Sólo una semana después del magnicidio se producía la detención de uno de los supuestos autores del homicidio doloso, Christian Emmanuel Sanon , médico haitiano de 63 años residente en Florida (Estados Unidos) y de 18 colombianos que formaban parte del comando. Unas aprehensiones que no han logrado esclarecer la compleja red internacional que sumió a Haití en una máxima tensión política y social.

Ahora una investigación durante siete meses sobre el terreno de ‘The New York Times’ revela que semanas antes de su asesinato el presidente habría tomado una serie de medidas para luchar contra el narcotráfico y la venta de armas. El mandatario haitiano pretendía limpiar el departamento de aduanas de Haití , nacionalizar un puerto marítimo con antecedentes de contrabando, destruir una pista de aterrizaje en la que llegaba la mercancía e investigar el comercio de anguilas que recientemente habría servido como mecanismo para el lavado de dinero.

Daniel Foote, enviado especial de Estados Unidos a Haití y anteriormente embajador en Zambia, dimitió el mes pasado. Antes de su renuncia habría expresado: «Sería un tonto si pensara que el narcotráfico y el tráfico de armas no jugaron un papel en el asesinato. Cualquiera que entienda la política o la economía de Haití lo comprenderá».

El presidente Moïse, además, estaba confeccionando una lista de poderosos políticos y empresarios involucrados en el tráfico de drogas en el país. Tal y como relatan cuatro altos funcionarios haitianos que ayudaban a confeccionar el documento. El presidente tenía pensado entregar los nombres a Estados Unidos. Un documento que incluso involucraba a quienes le ayudaron a alcanzar el poder.

En la ardua investigación del periódico neoyorquino se trasladaron a ocho de los diez departamentos haitianos y entrevistaron a más de 70 personas, muchas de las cuales temen por sus vidas tras las declaraciones.

Tal y como relata ‘The New York Times’, una de las figuras que supuestamente conforman la controvertida enumeración sería Charles Saint-Rémy , cuñado del expresidente Michel Martelly que habría ayudado a llegar al poder a Moïse. El presidente haitiano se distanció de Martelly porque habría querido influir en su gestión y actualmente tiene intenciones de presentarse a las elecciones.

La prensa estadounidense también destaca a Dimitri Hérard , uno de los jefes del equipo de seguridad del presidente haitiano, que estaba al cargo de la protección del Palacio Nacional la fatídica noche. El tercer nombre que aparece en el documento se refiere a Joseph Felix Badio , exinformante de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) y que se le acusa de capitanear el grupo de colombianos. Badio habría telefoneado a Ariel Henry , neurocirujano y político haitiano que tomó el poder como primer ministro dos días ante del magnicidio.