Ira en Los Ángeles por la muerte a tiros de otro hombre negro a manos de la Policía

Los agentes de policía de Los Ángeles aseguran que trataron de hablar con Kizzee cuando este iba en bicicleta. Aunque intentó escapar, desoyendo las órdenes de detenerse, los agentes lograron pararlo. Tras darle un puñetazo a un agente en la cara, Kizzee perdió un bulto con ropa, del que salió un arma de fuego. Entonces, los agentes abrieron fuego y le mataron.

Varias imágenes publicadas en redes sociales muestran a los agentes tratando de reanimar a la víctima. Según la familia de este, recibió 20 tiros a bocajarro.

«El sospechoso tenía algunas prendas entre las manos, golpeó a uno de los oficiales en la cara y luego dejó caer el bulto que tenía entre sus manos», dijo el teniente Brandon Dean, de la policía local, en una rueda de prensa retransmitida por televisión el lunes por la noche. «Los agentes notaron que dentro de la ropa que el sospechoso dejó caer había una pistola semiautomática negra, momento en el que se produjo un tiroteo», añadió.

Después de que las primeras imágenes posteriores al incidente se publicaran en redes sociales, el mismo lunes, un grupo de manifestantes acudió a la comisaría de policía para protestar, sin mayores incidentes.

Los manifestantes se quejaron sobre todo de que la policía de Los Ángeles todavía no haya imitado a otros departamentos del país y no haya equipado a los agentes con cámaras que graban cada uno de sus movimientos. Las autoridades locales tienen previsto aprobar esa medida pronto.

De momento, en este nuevo caso de un hombre de raza negra fallecido tras un incidente con la policía, la única versión de los hechos que existe es la de los agentes. Dos de ellos han sido suspendidos temporalmente hasta que culmine la investigación de asuntos internos.

A apenas dos meses de las elecciones , la protesta contra la brutalidad policial ha incendiado grandes bastiones demócratas como las ciudades de Mineápolis o Portland (Oregón), y los suburbios de Milwaukee. Según ha opinado el propio presidente, los demócratas alientan los disturbios con sus laxas políticas de seguridad. Por eso, Donald Trump ha ofrecido desplegar a la Guardia Nacional en aquellos estados en los que los gobernadores lo soliciten para ahogar la violencia callejera.