Polémica en Portugal por la inauguración de una plaza en honor de Hugo Chávez

El espacio público se acaba de inaugurar en Amadora, un antiguo distrito de la capital (colindante con Benfica) que creció y se acabó convirtiendo en municipio. Es, de hecho, la principal ciudad dormitorio que rodea a la capital portuguesa, con 200.000 habitantes . De ahí la controversia, porque el gesto de la alcaldesa se ve como una excentricidad a las puertas de la mismísima Lisboa.

Y todo ante el silencio del primer ministro, António Costa , quien precisamente sustituyó al conservador Pedro Passos Coelho después de su etapa como regidor de la ciudad.

Una placa con las fechas de su nacimiento y defunción rinde ‘tributo’ al antecesor de Nicolás Maduro, aunque los vecinos y especialmente la oposición han puesto el grito en el cielo. "El ayuntamiento no tiene potestad para apoyar el régimen de Venezuela. Avergüenza a nuestra ciudad, es un lugar por donde pasa mucha gente. Pedimos que se retire el nombre de Chávez de esta plaza”, ha explicado con enojo Joao Castanheira, concejal del Partido Social Demócrata.

Amadora se ha distinguido como un enclave de perfil muy comercial, y ahora la oposición teme que su imagen se vea dañada por culpa de lo que consideran “un capricho” por parte de Carla Tavares . Por ejemplo, el mayor centro comercial de la península ibérica, denominado La Dolce Vita, se instala en las inmediaciones . “Resulta increíble que inauguren una plaza así. Afortunadamente, se ubica en una rotonda y no vive nadie en los alrededores”, ha manifestado un portavoz del Centro Democrático y Social, la formación que hasta hace poco dirigía Paulo Portas, el ex socio gubernamental de Passos Coelho en la anterior legislatura.

A las asociaciones de vecinos tampoco les ha hecho ninguna gracia que Amadora destaque en los informativos portugueses por una inauguración de estas características.

Para colmo, la propia alcaldesa ha compartido las fotografías del acto en sus perfiles de las redes sociales, lo que sólo ha conseguido encender aún más la mecha de la controversia en Portugal.