Los «Piratas» antisistema, entre el bloqueo de Islandia y la formación de gobierno
Fundado por anarquistas, hackers y cibermilitantes, y dirigido por la activista Birgitta Jonsdottir, el Partido Pirata no ha podido finalmente confirmar esa victoria que apuntaban las encuestas
Fundado por cibermilitantes anarquistas, más de internet que de la calle, y dirigido por la activista Birgitta Jonsdottir , el Partido Pirata no ha podido finalmente confirmar esa victoria en Islandia que apuntaban las encuestas. Parecía que el laboratorio de Europa de estos años, principalmente durante el maremoto iniciado tras la caída de Lehman Brothers, sumaba otro capítulo rocambolesco a la dimisión de Sigmund David Gunnlaugsson como primer ministro por el escándalo de los Papeles de Panamá. Sin poder liderar una mayoría alternativa, el shock se ha quedado en un susto: los antisistema han terminado terceros.
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Pese al «sueño» frustrado, el Partido Pirata ha logrado triplicar hasta los diez -como los verdes- sus diputados en Islandia, país con la población de Córdoba (320.000) y recordado por su gran papel en la última Eurocopa (cayeron en cuartos ante Francia). Basado en la privacidad y la transparencia, favorable al asilo político a Edward Snowden y partidario del uso de monedas virtuales como el Bitcoin, en caso de gobernar habría sido el primer partido pirata al frente de un país.
Parlamento muy fragmentado
El Parlamento islandés ha quedado muy fragmentado, lo que dificulta la formación de gobierno en el que podría entrar incluso el partido Pirata. Tras no haber logrado mayoría en las elecciones legislativas celebradas el pasado fin de semana, el primer ministro islandés, Sigurdur Johannsson , ha anunciado su dimisión. «De acuerdo con la Constitución he presentado mi dimisión ante el presidente, Gudni Johannesson , que me pidió que siguiera en el cargo hasta la formación de un nuevo gobierno», dijo Johannsson.
El partido más votado ha sido el Partido por la Independencia de Islandia, con un 29 por ciento de votos -21 de los 63 escaños-, por encima de las previsiones de las encuestas. Deberá, sin embargo, buscar aliados para lograr la mayoría necesaria, establecida en 32 escaños, por lo que necesitará contar con su anterior socio, el Partido del Progreso (8 escaños) que ha sido el gran derrotado al haber perdido once diputados. La suma de estos dos partidos resultaría insuficiente por lo que los siete diputados obtenidos por el Partido de la Regeneración, que se define como liberal y proeuropeo, tendrán la llave, informa la corresponsal Carmen Calvo .
Los votantes buscaron expulsar al gobierno de centro derecha, aunque el partido de la coalición gobernante, el Partido de la Independencia, consiguió un resultado mejor del esperado, señalando que los votantes reconocieron los esfuerzos realizados para estabilizar la economía después de su colapso bancario en 2008.
Tanto el Partido de la Independencia como el Partido Pirata hasta ahora han descartado trabajar juntos, aunque esto podría cambiar durante las negociaciones en los próximos días.
«Queremos modernizar de verdad nuestro sistema. Somos una especie de nuevo movimiento al que todo el mundo puede adherirse, y nosotros hemos conseguido encarnar el espíritu de cambio que deseaban los jóvenes islandeses», pronunció Jonsdottir, que colaboró con WikiLeaks y dice que su partido no es ni de izquierdas ni de derechas.
La victoria del partido pirata y de sus aliados ideológicos, que no llegan a la mayoría, habría desatado el proyecto de constitución «ciudadana». Esta iniciativa cogió fuerza a finales de 2008 y principios de 2009 hasta que volvió la derecha en 2013. La reforma de la constitución islandesa era una de las primeras reivindicaciones de los manifestantes quienes, «armados» con cacerolas (se llamó la revolución de las cacerolas), fueron a protestar al Parlamento islandés en 2008. El pequeño país sufrió especialmente la crisis, con la caída de los tres principales bancos comerciales y, meses después, el derrumbe del gobierno.
«Igual que Robin Hood, porque Robin Hood fue un pirata, nosotros queremos quitar el poder a los poderosos y dárselo a la gente». Tendrá que esperar.
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