El Pentágono indaga a Flynn por recibir pagos del extranjero

Al parecer, Flynn «no obtuvo la autorización requerida» para la recepción de esos pagos, según una carta del Pentágono a Jason Chaffetz, el republicano que preside este comité.

Flynn recibió 45.000 dólares por su presencia en una gala organizada a finales de 2015 por el ente de medios público ruso RT, en la que participó junto al presidente de Rusia, Vladímir Putin . También obtuvo otros 530.000 dólares por su trabajo para Inovo BV, una compañía con sede en Holanda pero propiedad del empresario turco Ekim Alptekin, que tiene fuertes lazos con el Gobierno de Ankara. Ese dinero lo ingresó en los tres últimos meses de las elecciones presidenciales de EE.UU.

Flynn es un general retirado del Ejército -de prestigio hasta su salto al ruedo político durante la campaña de Trump y el afloramiento de sus escándalos- y, como tal, puede estar sujeto a la normativa que impide a altos oficiales recibir pagos o favores de Gobiernos extranjeros, ya que pueden volver a ser llamados a filas. El Pentágono avisó a sus oficiales que tienen que tener en cuenta esa limitación y que puede exigir la devolución de parte de lo ingresado si no se pide permiso antes de recibir un pago.

Elija Cummings, el demócrata de más alto rango en el Comité de Supervisión, desveló una carta de 2014 en la que los servicios legales del Departamento de Defensa advertían a Flynn que no podía recibir pagos del extranjero sin la autorización del Gobierno. Flynn tampoco desveló esos pagos en la documentación que tuvo que facilitar para su ingreso en el Gobierno de Trump.

La investigación es el último escándalo que afecta a Flynn, que tuvo que dimitir de su cargo después de que se conociera que mantuvo conversaciones sobre sanciones a Moscú con el embajador ruso en Washington antes de que Trump jurara su cargo como presidente y, sobre todo, que engañó al vicepresidente, Mike Pence, y a otros altos cargos de la Casa Blanca sobre el contenido de esas conversaciones.

A pesar de ello, Trump tuvo buenas palabras para Flynn, un ferviente aliado en campaña, que animaba a los seguidores del entonces candidato a corear «¡Métela en la cárcel!» , en referencia a su contrincante, Hillary Clinton. Trump mantuvo tras el escándalo que Flynn era un «hombre maravilloso» y que su salida se debía en parte a informaciones perniciosas de los medios. Tras las últimas revelaciones, será difícil que la Casa Blanca mantenga ese discurso.