Pedro Rodríguez
Colin Powell, un Eisenhower negro
Su muerte sirve para recordar el enorme precio que ha pagado EE.UU. por ignorar la 'doctrina Powell'
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónJusto el último día de Ronald Reagan en la Casa Blanca, el 20 de enero de 1989, Colin Powell -por entonces responsable del Consejo de Seguridad Nacional- se acercó hasta un despacho oval casi vacío para trasmitir un definitivo parte de ... novedades: «Señor presidente, hoy el mundo está tranquilo». Pese a un optimismo casi genético, este Eisenhower negro no ha podido repetir algo parecido desde noviembre del 2004, cuando optó por dejar el Departamento de Estado en el segundo mandato de George W. Bush .
Ningún país es inmune al poder de las entelequias. Y la mitología fundacional de Estados Unidos, conocida como el «sueño americano», insiste en que es posible llegar desde cero hasta lo más alto. Powell encarnó a la perfección esa idea de Estados Unidos como tierra de nuevos comienzos. Negro, hijo de humildes inmigrantes jamaicanos y criado en el South Bronx, personalizó ese genuino ideal democrático que combina a partes iguales oportunidad y esfuerzo para triunfar contra todo pronóstico. Lo que en su caso supuso llegar a general de cuatro estrellas y jefe del Estado Mayor Conjunto.
Tras licenciarse por los pelos en Geología por el City College of New York, se incorporó al Ejército de Tierra, formándose como segundo teniente en la Escuela de Infantería de Fort Benning. En Vietnam se convirtió en un reluctante guerrero, dolorosamente consciente de que el poderío militar de Estados Unidos no era infinito. Como tenía buenos músculos, al inicio de sus 35 años de carrera militar siempre le tocaba cargar con el equipo más pesado. Lo que en cierta manera ha sido el leitmotiv de una extraordinaria saga que de haber querido pudo haber terminado en la Casa Blanca por méritos propios.
Cuando se convirtió en el primer secretario de Estado afroamericano, Colin Powell afirmó con ironía ante los poliglotas funcionarios de Foggy Botton que su lenguaje original no era otro que el de la Infantería. Sin embargo. el principal mérito en su sobresaliente hoja de servicio fue la llamada 'doctrina Powell' para evitar otro fiasco como el de Vietnam. Según el general, toda intervención militar en el extranjero solamente podía justificarse en defensa de vitales intereses nacionales, tenía que estar definida en términos claros y precisos, además de contar con el despliegue de fuerzas abrumadoras y la disposición de pagar hasta por el último plato roto.
A partir del 11-S, y las consiguientes intervenciones en Afganistán e Irak, la 'doctrina Powell' fue arrumbada por la «guerra contra el terror». Un conflicto definido por Bush hijo en términos costosamente imprecisos como una lucha a favor de todo lo que amamos y contra todo lo que odiamos. Sin métrica posible para calibrar la derrota o la victoria, esa forma de proceder no ha servido más que para abrir de par en par las puertas al populismo iliberal en Estados Unidos.
En enero de 2004, tuve el privilegio de entrevistar a Powell en el Departamento de Estado, bajo un retrato del general George Washington cruzando con sus tropas las gélidas aguas del río Delaware. Ya era el disidente dentro de un gobierno dominado por Cheney, Rumsfeld y su tropa de neoconos. Ya nadie recuerda que para aquel soldado, la primera línea de defensa de Estados Unidos eran la acción diplomática y demostrar que el sistema político y económico americano, basado en la democracia y la libertad, funciona pese a todo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete