El parlamento griego aprueba los presupuestos

Las elecciones generales tendrán lugar en otoño del 2019, afirmó Alexis Tsipras durante su intervención, en un esfuerzo para acallar el rumor de que se adelantarán los comicios para dentro de pocos meses. Insistió en que la economía se encuentra en crecimiento y que «en vez de cortar gastos, repartimos (dinero)» . Y tras criticar a la oposición, especialmente al partido Nueva Democracia, de hablar de catástrofes de forma obsoleta, predijo «un aumento de las inversiones del 19,1% durante el 2017, así como una evolución positiva en las exportaciones y del turismo». Tsipras también insistió en las políticas del gobierno para aliviar a los más necesitados: los parados y todos los que necesitan protección social, recordando también que se ayudaran a las PYMES , que el sistema bancario se encuentra ahora estabilizado por completo y comienza a conceder mayor liquidez en la economía nacional (sin mencionar que sigue habiendo «corralito» ). Afirmó que el paro sigue siendo muy alto a pesar de que se han creado 200.000 puestos de trabajo y consideró posible que Grecia alcance la media de empleo de la UE en el 2021.

El primer ministro insistió en que la intención del gobierno es que la segunda revisión del programa de ajustes del tercer rescate se termine lo antes posible «y conseguir volver a los mercados internacionales a principios del 2017 ». Y entre otros temas Tsipras comentó que Grecia ha demostrado ser un faro de democracia y humanidad en el tema de la crisis de los refugiados.

Durante las intervenciones anteriores a la votación todos los partidos de la oposición criticaron la gestión gubernamental. La líder socialista de la coalición Solidaridad Democrática (incluye también a la izquierda más moderada) criticó el triunfalismo gubernamental, subrayando que el gobierno «ha elegido lo peor del FMI y lo peor de lo que pedían los europeos. Ha encadenado al país y esta es la verdad, déjense de cuentos». El Secretario General del Partido Comunista ironizó diciendo que « no os salva ni Castro , ni el Santo Sepulcro (que visitó Tsipras hace pocos días) ni los contactos con Obama o con Israel , ni las migas de los superávits sangrantes».

El líder del partido El Rio, Stávros Theodorakis, destacó que «es un cuento navideño sin terminar el de que la economía va bien, sobra dinero y los pensionistas pueden ponerse a la cola para recibir lo que sobra». Theodorakis añadió: « ¿Con qué criterio reparten este dinero? Deben (dinero) hasta a los parados del sector privado y a los parados de larga duración, a ellos ni les han mirado». Por su parte el líder de los centristas, Vasilis Levendis, acusó a Tsipras de elegir el camino de enfrentarse a las instituciones, añadiendo que «es algo peligroso». Recordó al primer ministro que si lleva al país fuera del euro «irá a la cárcel» y que es necesario establecer un gobierno ecuménico (es decir, de varios partidos).

El más crítico ha sido el líder de la oposición, Kiriakos Mitsotakis , que llamó «irresponsable» al primer ministro, afirmando que su partido está preparado para gobernar el país. Destacó que «desde la caída de la junta, ningún gobierno ha sido tan dañino para el país en tan poco tiempo», acusando a Tsipras de prometer esperanza y traer «devastación social»: «Prometió un cambio y mantiene al país anclado en el pasado , entorpeciendo su futuro». Y destacó que el presupuesto del 2017 no llevará al país a salir de la crisis: «Lo único que sabe (el gobierno) es imponer impuestos, nuevos impuestos por valor de 2.600 millones, la mayor parte de ellos impuestos indirectos».

Mitsotakis terminó su intervención afirmando que «el país necesita un plan nacional para salir de esta crisis, (…) para relanzar la economía» con recortes de gastos públicos y reducción de los impuestos, que viene a ser según los observadores políticos lo contrario de lo que está aplicando el gobierno actual.