El viceprimer ministro griego anuncia su adiós entre críticas: «Nadie quiere imponer el orden»

«No podemos dejarles seguir haciendo lo mismo que hasta ahora», declaró, insistiendo en que no permitirá que le elijan a él en las próximas elecciones. Pangalos se retira: «Oficialmente lo hago porque tengo 74 años y llevo 32 en el parlamento». Ha sido diputado, y muchas veces ministro, desde 1981 por una de las circunscripciones de la región de Atica. Y fue responsable en 1999, siendo Ministro de Exteriores, de esconder al líder jurdo Otcalan en Grecia primero y en la Embajada de Grecia en Kenya, después.

En la entrevista, Pangalos denunció también otras cosas que deberían de haberse reformado: el actual sistema electoral, el asunto del levantamiento del asilo de los parlamentarios en una serie de casos concretos (como ejemplo puso que el parlamento aprobara el asilo parlamentario a una diputada comunista que había pegado a una señora ante un supermercado). « Nadie quiere imponer el orden, nadie quiere ser desagradable », dijo Pangalos, a propósito de la interrupción, hace pocos días, del tráfico marítimo en Grecia y cómo él mismo presenció cómo un grupo de la juventud comunista impedía salir con palos y banderas a dos barcos ya preparados para zarpar .

Pangalos también criticó el trabajo del gobierno socialista al afirmar que, durante los dos años en el poder, siendo él mismo viceprimer ministro del gobierno, «no llegamos a la esencia de los problemas, no efectuamos los cambios estructurales que se necesitaban». Reconoció, sin embargo, que sí se habían efectuado grandes avances y reformas en otros temas, como el de la sanidad, ahorrándose el estado mas de 6.000 millones de euros hasta ahora , descubriendo y desmontando grandes irregularidades y complejos sistemas que saqueaban al estado.

Finalmente, los periodistas preguntaron a Pangalos sobre los distintos sondeos publicados este sábado según los cuales ningún partido se muestra con suficiente mayoría para gobernar y, por consiguiente, nuevas formaciones de la izquierda y de la extrema derecha podrían entrar en el Parlamento griego. El hábil político no quiso comprometerse ante lo que parece una necesidad para conseguir que se cumpla el programa de reformas y recortes impuesto por la UE y el FMI: que exista una coalición entre conservadores (que encabezan las intenciones de voto) y socialistas (segundo partido pero con una fuerza muy reducida).