Pablo Ibar, con su familia: «¡Lo hicimos, lo hicimos!»

No habían podido hablar por teléfono con él, de manera que esta reunión ha sido su primer contacto. El emotivo reencuentro, en el que se han sucedido los abrazos, ha durado en torno a cinco horas y en él han participado numerosos familiares , que han tenido que entrar por turnos a la sala donde ha tenido lugar. «No nos lo podíamos creer», aseguró el hermano.

Michael Ibar indicó que «para Pablo se abre una nueva oportunidad para la vida» y «con la gracia de Dios y el apoyo de España y de la familia» esperan lograr que salga del corredor de la muerte. «Si no hubiera habido tantas noticias en España sobre Pablo, esto no habría sido posible», ha asegurado.

El hermano ha señalado que durante el encuentro han hablado también de los nuevos pasos legales que se avecinan. La revocación de la sentencia, explica, ha sido «una gran victoria» y que ahora hay que «empezar de nuevo» para afrontar un nuevo juicio, que espera que se celebre en torno al próximo verano y, en todo caso, antes de que acabe 2016.

Antes el estado de Florida tiene quince días para recurrir. Michael Ibar cree que sí lo hará y calcula que en cuatro meses el tribunal se pronuncie definitivamente para que tenga lugar la nueva vista.

La esposa de Pablo Ibar, Tanya, ha comentado que su marido se encuentra «muy feliz y entusiasmado» , así como «esperanzado» en que este sea el principio del fin de su pesadilla. Durante el encuentro con sus familiares, ha añadido la mujer, el español se ha mostrado también «agradecido» con su familia y la gente que le ha apoyado. «Ha sido un largo camino», ha afirmado.

Tanto él como la mujer de Pablo Ibar han explicado a este diario que el recluso se enteró de la decisión del Supremo estatal el pasado jueves al comunicárselo a través de un conducto del aire acondicionado otro interno, que a su vez lo sabía por otra persona que lo había escuchado en la televisión.

Sin embargo, al principio la información era inexacta, ya que únicamente se le dijo que se podría tener que revisar si la pena era de muerte o cadena perpetua, pero no se le transmitió que también se debía celebrar un nuevo juicio . Fue otro recluso quien aportó esta información y finalmente al día siguiente se lo confirmó por teléfono su abogado, Benjamin Waxman.

«Todo el mundo supo mucho antes que él la noticia, pero así son las cosas», comentó desde el coche Michael Ibar. «Es de locos», ha comentado la esposa, Tanya.