La odisea de los camioneros que cruzan el Eurotúnel: «Ir al Reino Unido es como antes a Berlín Occidental»
La incertidumbre provocada por las negociaciones del acuerdo pos-Brexit ha provocado colas de varios kilómetros ante los posibles problemas de desabastecimiento en el país gobernado por Boris Johnson
Una fila de camiones en los alrededores del Eurotúnel, en la localidad británica de Folkestone
Con unas negociaciones que parecen no terminar nunca , la incertidumbre provocada por las discusiones sobre el acuerdo del pos-Brexit posee varias ramificaciones. En una de las esquinas del norte de Francia, en la localidad de Calais , tristemente famosa por ... la crisis migratoria y donde se localiza el Eurotúnel , los transportistas encargados de llevar mercancías al Reino Unido están siendo unos de los primeros castigados por los malentendidos entre Londres y Bruselas. Hace unos días, las colas de camiones se podían contemplar en las proximidades del paso subterráneo y en los alrededores de Dover , la localidad británica que recibe a los viajeros continentales, tal y como informó Reuters. Las aglomeraciones se deben a los temores de desabastecimiento en el país gobernado por Boris Johnson.
«Inglaterra es ahora como el que iba antes a Berlín Occidental», cuenta José García , conductor de la empresa española Capitrans , dedicada al transporte de mercancías entre el Reino Unido y España. «La semana pasada, para salir del puerto de Dover y llegar a Calais, estuve once horas en un atasco , haciendo cola en la carretera, y luego cuatro en el puerto para coger el barco. Hace dos semanas, de Calais a Dover, también pasé once horas», detalla, al otro lado del teléfono. Por si fuera poco, a esas esperas se suma otra dificultad, la del drama humanitario de Calais: «Los inmigrantes quieren entrar en los camiones para pasar a Inglaterra . Tenemos una indefensión total», lamenta. A principios de septiembre, la Policía francesa desmanteló un nuevo campamento, donde se habían reunido unas 800 personas que buscaban una oportunidad mejor al otro lado del mar.
«Desde que empezó a haber noticias sobre el temor al colapso, tanto los importadores como los exportadores han comenzado tener miedo por el posible no acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido. Eso conlleva que se pongan en juego las normas de la Organización Mundial del Comercio, lo que supondría el establecimiento de aranceles muy altos», explica Alejandro García , adjunto a la dirección de Capitrans. «No solo estarían afectados los productos perecederos, sino también los relacionados con la industria. Los almacenes ingleses se están abasteciendo, por si no hay acuerdo. Ese temor causa que los almacenes se quieran reabastecer, lo que causa el atasco, tanto a la entrada como a la salida».
Sentimiento de indefensión
«Llevamos cuatro años de partido del Brexit, y una palabra lo define: indefensión », lamenta Rafael Fuentes , de la empresa Grupo Fuentes, también dedicada al traslado de mercancías entre España y el Reino Unido. «Ante esa incertidumbre, los productores y exportadores acumulan mercancía en exceso. Coincidiendo con las fechas navideñas, eso ha generado colas de 15 kilómetros para entrar al Eurotúnel. Y hay que mencionar otro tema importante, el de los inmigrantes que intentan entrar a los camiones. En cada camión donde encuentran a un inmigrante, hay que destruir toda la mercancía , por el tema sanitario», comenta, preocupado por los daños económicos que el conjunto de circunstancias adversas está causando al sector.
«La situación es de tensión, porque se forman largas colas con inmigrantes alrededor que no tienen nada que perder. Da miedo. Hay que ir con cuidado y concienciado. Muchos compañeros no quieren», lamenta Federico Villalba , conductor de Grupo Fuentes, compartiendo el desánimo reinante.
Solo la opinión de David Sánchez , del sector de tráfico internacional de la empresa Sava Logistics Transportes , parece más optimista: «Las colas se forman por diferentes motivos, como tareas de mantenimiento en el Eurotúnel, las huelgas en los navieros o por el envío de la vacuna». Según su testimonio, las aglomeraciones en la zona de paso entre Francia y el Reino Unido son moneda corriente, «más frecuentes de lo que alguien que no es del sector pueda pensar», y la ruptura definitiva de Londres con Bruselas, que se producirá el 31 de diciembre, no le parece un horizonte particularmente oscuro, aunque «el tema administrativo se complica».