Ochenta y tres muertos al estrellarse un avión militar en un festival aéreo de Ucrania
Un avión supersónico caza «Su-27» se estrelló ayer al mediodía sobre las tribunas de los espectadores durante un espectáculo aéreo en Lvov (oeste de Ucrania), causando al menos 83 muertos y 116 heridos. Entre los muertos figuran 19 niños, según precisó a los periodistas Ivan Gaiduk, responsable regional del ministerio de Situaciones de Emergencia de Ucrania.
Un festival aéreo en la ciudad de Lvov (Leópolis, en el oeste de Ucrania), terminó ayer en un infierno cuando un avión caza que efectuaba un vuelo de exhibición se precipitó contra un campo atestado de público y mató al menos a 83 personas.
Unas diez mil personas se habían congregado por la mañana en el aeródromo Skiniliv, en las afueras de Lvov, para presenciar figuras de alto pilotaje con motivo del sexagésimo aniversario del 14 Cuerpo del Aire de las Fuerzas Aéreas de Ucrania.
El programa del festival aéreo incluía vuelos de exhibición de aviones de combate, avionetas y planeadores, así como saltos con paracaídas.
Sobre las 12.50 horas locales (09.50 GMT), un caza «Su-27» que efectuaba una figura de alto pilotaje a muy escasa altura se inclinó hacia un costado, una de sus alas rozó la pista y rodó convertido en una bola de fuego hacia donde se encontraban los espectadores. Los restos en llamas del «Su-27», un caza de cuarta generación, también dañaron varios aviones que se encontraban en el campo para su exhibición al público.
En su trágico recorrido por tierra, el avión dejó un reguero de víctimas: al menos 83 muertos y más de un centenar de heridos, muchos de ellos graves, por lo que se teme que el número de fallecidos aumente en las próximas horas. Más de veinte ambulancias llegaron al aeródromo Skiniliv para recoger a los heridos. Varias decenas de personas se encontraban en unidades de cuidados intensivos de los hospitales de Lvov.
Los pilotos, vivos
Los dos pilotos del «Su-27» que causó la tragedia, los coroneles Volodimir Toponar y Yuri Yegórov, consiguieron lanzar sus asientos y salieron con vida del accidente, informó el vicesecretario de Situaciones de Emergencia. Fuentes del Ministerio de Defensa calificaron a Toponar y Yegórov como aviadores de primera clase, con gran experiencia en la ejecución de figuras de alto riesgo.
Los dos pilotos del caza fueron hospitalizados con pronóstico reservado. «Tienen vértebras fracturadas, pero no están paralizados porque los nervios no han sido afectados», declaró a la prensa Ruslan Snejansky, doctor jefe de la clínica militar.
Una fuente del 14 Cuerpo del Aire dijo que la causa del accidente fue un fallo de los motores del «Su-27», aunque según los primeros informes el caza, que realizaba evoluciones a muy poca altura, rozó un árbol o un avión que se encontraba sobre la pista del aeródromo. «Es muy prematuro sacar conclusiones sobre las causas de lo ocurrido», declaró un portavoz del Ministerio de Defensa, quien recalcó que de ello debe ocuparse la comisión gubernamental que encabeza el secretario de Seguridad y Defensa Nacional, Yevgueni Marchuk.
El Gobierno ucraniano destinó de su presupuesto de reserva la suma de 120 millones de grivnas, poco más de 20 millones de dólares, para prestar asistencia a los familiares de las víctimas. Tras ser informado de la magnitud del desastre, el presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, que se encontraba descansando en la península de Crimea, suspendió sus vacaciones y viajó de urgencia para personarse en el lugar del accidente.
El avión de Kuchma aterrizó en el mismo aeródromo de Skiniliv, a unos 150 metros de donde se había producido la catástrofe. El presidente ucraniano recibió un mensaje de condolencias de su colega ruso, Vladímir Putin. «Estoy profundamente conmovido por la noticia de la tragedia de Lvov. Le pido que transmita mis sentidas condolencias a los familiares de las víctimas», le manifestó el jefe del Kremlin. Kuchma calificó de «pesadilla» el accidente. «Es una terrible tragedia, una verdadera pesadilla», declaró emocionado Kuchma antes de expresar sus «profundas condolencias» a las familias de las víctimas.
Destituido el jefe aéreo
Kuchma destituyó ayer al comandante de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, Viktor Strelnikov, tras el accidente, y se dijo que quería prohibir los espectáculos aéreos en Ucrania.
Mañana será una jornada de duelo nacional. «Voy a velar porque ninguna familia se quede sin ayuda estatal», subrayó Kuchma.
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