Suscribete a
ABC Premium

«No nos permitían hablar. Si lo hacíamos, nos golpeaban. Nos pegaban mucho»

«No nos permitían hablar. Si lo hacíamos, nos golpeaban. Nos pegaban mucho»

Louis llora al examinar el frágil cuerpo de Antoine, su hijo de 16 años, después de cuatro meses de cautiverio en manos de hombres armados. «Hijo mío. ¡Gracias a Dios!. ¡Estoy tan feliz de verte!. ¡Gracias a Dios!». «¡Pensé que no volvería a verte!. ¿Realmente ... eres tú?»

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia