La mujer que ha adoptado al perro que le «salvó la vida» durante un bombardeo en Járkov

« Marcel me salvó, así que ahora debo salvarlo . Tenía mucho miedo escondiéndome en el sótano de mi edificio, hacía frío y estaba completamente oscuro. Pasamos siete días allí en total», contó Daryna desde Polonia. «Podíamos escuchar cohetes afuera, y yo estaba en el suelo cuando Marcel se me acercó. Estaba temblando, estresado y muy asustado. Pensé que moriríamos y que nuestro edificio se derrumbaría. Vino a mí, me tranquilizó. Si no fuera por él, no sé cómo lo habría logrado». Daryna sentía en esos momento un miedo tan paralizador que sin la presencia de Marcel no lo habría superado.

La informática se vio obligada a dejar a sus seres queridos, incluidos sus abuelos, que están demasiado frágiles para viajar, y su padre, que a los 53 años está dentro del rango de edad que debe permanecer en Ucrania para la defensa del país. «Ellos querían que me fuera, pero no puedo describir cómo fue tener que dejarlos. Tengo mucho miedo por ellos», recuerda la joven.

Daryna se iba a reunir en Varsovia con su hermana María, de 17 años, que estudia en Polonia. «Ella siempre quiso un perro y aún no sabe que traje a Marcel. Ha estado tan preocupada por nuestra familia que esto será una sorpresa especial para ella», contó emocionada a 'The Mirror'.

Esta historia, la de Daryna y Marcel, es solo uno de los tantos relatos desgarradores que conocemos de los millones de refugiados que se han visto obligados a abandonar Ucrania. Ya son cinco millones de personas las que han huido, de acuerdo con la información del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Casi uno de cada diez ucranianos ha dejado su país en poco más de un mes. Más de la mitad de ellos se refugió en Polonia.

La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU cifra en más de 6,5 millones de personas las desplazadas internas dentro de Ucrania. Por tanto, más de 10 millones de ucranianos, una cuarta parte de su población, han dejado sus casas.