Muere en accidente de helicóptero el polémico general Alexander Lebed
El general ruso Alexander Lebed, renombrado el «Pinochet ruso» por su pública admiración hacia el dictador chileno, falleció ayer en un accidente aéreo en la región siberiana de Krasnoyarsk, de la que era gobernador. Lebed, de 52 años, eterno candidato a suceder a Boris Yeltsin, desapareció de la escena política nacional hace cuatro años, tras su éxito en las elecciones regionales.

El helicóptero MI-8 en el que viajaba el general Lebed, cuando se dirigía a inaugurar una estación de esquí, chocó con un cable de alta tensión, al parecer debido a las malas condiciones atmosféricas, y se estrelló en la madrugada de ayer cerca de la carretera nacional que une las poblaciones de Kizil y Abakan. De las diecinueve personas que viajaban en el aparato, siete murieron (incluido Lebed) y el resto resultaron gravemente heridas. Algunos de los ocupantes fueron proyectados a cincuenta metros del lugar del impacto, aunque el helicóptero no llegó a incendiarse. El general falleció a consecuencia de las heridas en el hospital de Krasnoyarsk capital, adonde fue transportado rápidamente a bordo de un helicóptero de salvamento.
Alexander Lebed personificó durante años la imagen del posible «salvador de Rusia», sobre todo en la última etapa de Yeltsin, cuando el régimen del primer presidente ruso parecía hacer agua por todas partes. Sin embargo, el general cayó enredado en la telaraña política del Kremlin y vio liquidada su trayectoria hacia el poder de manera fulminante.
Lebed, personificación del «mujik» (macho) ruso, con su tronante voz de bajo y su pasado de héroe en Afganistán entre las filas de los paracaidistas, se lanzó a la política en 1995 para encabezar un movimiento crítico del poder, sobre todo contra los generales sospechosos de corrupción, como el ex ministro de Defensa, Pavel Grachov. Su éxito en las encuestas le llevó a presentarse a candidato a las elecciones presidenciales en 1996 y logró el tercer puesto, tras Yeltsin y el comunista Guennadi Ziuganov. Su apoyo a Yeltsin garantizó el éxito de éste en la segunda vuelta, pero desde ese momento la estrella de Lebed empezó a declinar, al dejarse utilizar por el Kremlin como un pañuelo de usar y tirar.
Lebed fue el artífice de los acuerdos de Jasaviurt (agosto de 1996) que pusieron fin a la impopular primera guerra de Chechenia. Sin embargo, el general recibió la patada del Gobierno tan sólo dos meses después. La victoria en Krasnoyarsk (marzo de 1998) iba a ser el trampolín hacia la presidencia pero los planes del Kremlin iban por otro camino y un hombre se interpuso entre sus sueños y la realidad: Vladimir Putin.
Atentado con siete muertos
Tras el accidente en el que perdió la vida el general Lebed, otro hecho luctuoso conmocionaba a los rusos este domingo negro: Un atentado con siete muertos en la capital de Osetia del Norte. Cuatro mujeres y tres hombres fallecieron en el ataque perpetrado en Vladikavkaz en la región fronteriza con Chechenia y con Georgia. Además de estas víctimas, treinta y seis personas tuvieron que ser hospitalizadas, siete de ellas en estado grave, después de que el artefacto con 500 gramos de TNT hiciera explosión en el mercado central de la ciudad. Vladikavkaz ha sido escenario de numerosos atentados terroristas en los últimos años.
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