Mario Monti, irritado: «No podemos permitirnos sombras»
Un ministro compró una casa junto al Coliseo por menos de un cuarto de su valor real. El gobierno italiano teme un efecto dominó, tras la dimisión de un subsecretario por dejarse pagar las vacaciones
ÁNGEL GÓMEZ FUENTES
El Gobierno Mario Monti teme el efecto dominó, es decir, que la dimisión del subsecretario de la Presidencia, por las vacaciones pagadas (20.000 euros) en un hotel de lujo, pueda traer negras nubes sobre el ejecutivo del profesor Monti y terminen cayendo otros ... ministros, en nombre de la ética y de la transparencia que hoy exigen los ciudadanos.
Cuando Carlo Malinconico entró en el despacho de Mario Monti, saliendo dimisionario, sabía que su experiencia de gobierno estaba acabada. «Soy víctima de un ataque mediático». Sobre esta frase giró la defensa el subsecretario Malinconico, quien pretendía seguir en el gobierno.
Pero el profesor Monti fue inflexible: «Este gobierno está a punto de aprobar medidas importantes sobre liberalizaciones y competencia que nos crearán muchos enemigos. No podemos permitir un escándalo en casa. De consecuencia…». El profesor Monti indicó que la dimisión era la única opción para el que hasta entonces había sido hombre de confianza, con el encargo, entre otras misiones, de repartir las importantes subvenciones estatales los periódicos italianos.
La experiencia con Malinconico ha irritado a Monti, quien supervisó el comunicado de dimisión hasta tres veces, porque el subsecretario quiso marcharse defendiendo su propia imagen, «para salvaguardar la credibilidad y eficacia del gobierno».
Casa frente al Coliseo
Monti está además preocupado porque podría perder otras piezas de su gobierno. Es el caso del ministro de la Función pública, Patroni Griffi, quien se compró una casa de 109 metros al lado del Coliseo de Roma, a menos de un cuarto de su valor. Por un piso de 109 metros cuadrados pagó a un ente público en el 2008 solamente 177.000 euros. Hoy no valdría menos de 800.000 euros .
«Me gasté un millón de euros en favores a altos dirigentes públicos»
Parece claro que no hay delito en la actuación del subsecretario Malincónico, ni en la del ministro Patroni Griffi. Pero hay sombras en sus actuaciones, o parecen poco ejemplares. De hecho, las voces de una posible dimisión del ministro son cada vez más insistentes, porque la doctrina Monti prevé que «el gobierno sea preservado incluso de insignificantes residuos de fango», ha señalado una fuente gubernamental. En definitiva, Monti no quiere escándalos, pero a las puertas de su gobierno tiene otros casos espinosos, con una media docena de altos cargos en situación de conflicto de intereses.
«No podemos permitirnos sombras». Este es ahora el lema del profesor Mario Monti. Es un cambio radical en relación con el anterior gobierno de Silvio Berlusconi , época en la que era habitual el pago, en dinero o especie, por intercambio de favores. El constructor Francesco De Vito Piscicelli, que saldó las facturas del hotel de lujo utilizado por el subsecretario Malinconico en el Argentario (Toscana) declara en «Repubblica»: «Me gasté un millón de euros en favores a altos dirigentes públicos», muchos de los cuales siguen aún en el palacio Chigi, residencia del primer ministro.
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