El ministro de Justicia de Macron, inculpado por conflicto de intereses

El TJR sospecha que el ministro de Emmanuel Macron pudo aprovecharse de su cargo para favorecer de alguna manera la instrucción de procesos en los que él mismo estuvo implicado como abogado muy combativo.

Primicia histórica: es la primera vez en que un ministro de Justicia francés, en ejercicio del cargo, es inculpado por presuntos delitos cometidos desde que fue nombrado, en este caso el 6 de julio de 2020.

Eric Dupond-Moretti era un abogado célebre y polémico hasta que Macron lo nombró de ministro de Justicia. Desde entonces, hace un año, el antiguo letrado moderó sus intervenciones públicas, se sometió gustoso a la disciplina gubernamental y fue un candidato desafortunado en las recientes elecciones regionales, que tuvieron lugar el pasado mes de junio y en las que se presentó en Hauts-de-France.

Desde hace semanas se daba por seguro que el ministro sería finalmente inculpado por presuntos delitos de conflicto de intereses, apropiación indebida de fondos públicos y trato de favor. Dupond-Moretti fue interrogado ayer durante seis horas. El TJR estimó que, finalmente, sus respuestas no aclaraban de ninguna manera las sospechas de fondo. Christophe Ingrain , su abogado defensor, reaccionó de este modo a la noticia de la inculpación: «Sus declaraciones no han sido suficientes para dar marcha atrás a una decisión tomada antes de la audición. Vamos a contestar la decisión del Tribunal. Presentaremos un recurso por nulidad».

La inculpación no prejuzga de ninguna manera el proceso y sentencia final, en fecha todavía lejana e imprevisible. Por el contrario, el calendario judicial coincide con el calendario electoral. Y corre el riesgo de salpicar considerablemente la campaña presidencial de Emmanuel Macron para las elecciones de 2022 , cuya primera vuelta tendrá lugar en abril.

¿Dimitirá o no dimitirá el ministro inculpado? Dupond-Moretti declaró hace días que dimitir sería poco menos que reconocer la «falsedad» de presuntos delitos, diciéndose dispuesto a demostrar su «perfecta inocencia de unos presuntos delitos totalmente imaginarios».

A diez meses de la próxima elección presidencial, el ministro y el Gobierno de Emmanuel Macron corren el riesgo de un goteo sistemático de revelaciones que solo pudieran contribuir a manchar una complicada campaña presidencial.