Al menos 94 muertos y 100 heridos por una explosión en Somalia

Según fuentes oficiales, el atentado tuvo lugar a las 8.00 hora local (5.00 GMT), cuando un presunto suicida hizo estallar una miniván en un puesto de control de seguridad cerca de una oficina de impuestos, en la intersección que conecta la capital somalí con la localidad de Afgoye. El sábado es un día laborable en el país musulmán y el atentado se llevó a cabo en hora pun El oficial de policía Ibrahim Mohamed describió la explosión como «devastadora».

«Confirmaremos el número exacto del número de muertos más tarde, pero no será pequeño, la mayoría de los muertos eran estudiantes universitarios inocentes y otros civiles», dijo en rueda de prensa el alcalde de Mogadishu, Omar Mohamud Mohamed . En un primer momento los servicios de emergencias confirmaron la muerte de 76 personas; sin embargo, organizaciones internacionales pronto elevaron la cifra hasta los 94 fallecidos. Entre las víctimas hay policías, comerciantes, estudiantes universitarios que viajaban en un minibús que quedó destrozado y dos ingenieros de nacionalidad turca que realizaban obras en la carretera en el momento del atentado. Turquía ha sido un importante inversor para Somalia desde 2011 y está financiando una serie de proyectos de infraestructura en el país del Cuerno de África.

La cifra provisional de heridos asciende a 120, según EFE. Los servicios de emergencias pidieron que los ciudadanos donen sangre con urgencia.

El atentado todavía no ha sido reivindicado, pero el alcalde de la ciudad culpó al grupo islamista vinculado a Al Qaida, Al-Shabaab. Mogadiscio es atacado con frecuencia por el grupo yihadista, además la organización terrorista había manifestado previamente su rechazo a la construcción de la vía donde ocurrió la masacre. De confirmarse su autoría, se trataría de uno de los peores atentados en la historia reciente del país a manos de este grupo extremista y el más mortal en los últimos dos años. El ataque más mortífero en la historia de Somalia sucedió en octubre de 2017 cuando un camión bomba provocó una devastadora explosión en Mogadiscio que mató a 587 personas e hirió a casi 300 personas. El grupo yihadista nunca se atribuyó la responsabilidad de dicho atentado como tampoco lo hizo en 2009 cuando atentaron en una ceremonia de graduación de estudiantes de medicina.

Al-Shabaab, que surgió de un movimiento político que utilizó los tribunales islámicos para tratar de imponer el orden en el país, ha luchado durante una década para derrocar al frágil gobierno somalí, que está respaldado por las tropas de las Naciones Unidas y la Unión Africana. En 2006, los soldados etíopes derrotaron a la Unión de Tribunales Islámicos pero una ala del movimiento lanzó una insurgencia. La organización terrorista se afilió en 2012 a la red internacional Al Qaeda y controla determinadas regiones del centro y el sur de Somalia, donde aspira a instaurar un Estado islámico ultraconservador. Fue expulsado de Mogadiscio hace varios años pero sigue atacando con asiduidad puntos de control y hoteles de la capital. Hace apenas dos semanas, cinco personas murieron en un asedio a un hotel de la capital muy popular entre políticos, diplomáticos y militares. También han llevado a cabo ataques en Kenia y Uganda. Dicen los expertos que se financian extorsionando a los empresarios y viajeros y que ahora son capaces de fabricar sus propios explosivos, antes se valían de material militar robados durante los asaltos a la Unión Africana.

Según un recuento de AFP, desde 2015 ha habido 13 ataques en Somalia con 20 muertos o más, la mitad de los cuales ocurrieron en Mogadiscio.

Somalia, uno de los países más olvidados en el Cuerno de África, vive en un estado de conflicto permanente desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré . El país, totalmente dividido, está en manos de milicias islamistas y sin un gobierno efectivo.