Manifestaciones y escaramuzas en el segundo día del alto el fuego en Siria

Según los activistas de la oposición, al menos tres personas (otras fuentes hablan de siete) murieron por disparos de las fuerzas de seguridad. Uno de ellos fue abatido en Hama cuando las autoridades abrieron fuego contra una manifestación que trataba de alcanzar la calle principal. Otros dos murieron, y once personas resultaron heridas en Nawa, en la provincia de Daraa, al ser disparados cuando trataban de agruparse en la planza principal de la localidad.

Los Comités de Coordinación Local aseguran que las autoridades han tomado medidas en varias zonas para impedir la celebración de protestas. Citan, por ejemplo, que fuerzas del ejército y la seguridad estatal se han desplegado alrededor de la mezquita de Imam Al Nauaui Al Kabir, en Nawa, o el establecimiento de fuertes controles, incluyendo francotiradores, en algunos barrios del extrarradio de Damasco. En Harasta, en los alrededores de la capital, se han desconectado las comunicaciones. Y la policía ha cargado con gas lacrimógeno contra aquellos que trataban de manifestarse en Aleppo.

En Idlib, en la región fronteriza entre Turquía y Siria , se han producido fuertes combates entre el Ejército Sirio Libre y las tropas gubernamentales a la altura de la localidad de Jirbel El Yoz, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los Comités de Coordinación Local también han informado sobre estos hechos, asegurando que el combate se inició cuando tanques del ejército trataron de asaltar un puesto defendido por los insurgentes, produciéndose «fuego muy intenso». Los disparos podían escucharse esta mañana al otro lado de la frontera, en la localidad turca de Uluyol.

En la propia ciudad de Idlib, unas seis mil personas protestaron pacíficamente y se dispersaron de forma voluntaria horas después, sin que las fuerzas de seguridad abriesen fuego contra ellos. También se produjeron manifestaciones de cierta entidad en Daraa y en las localidades de Douma y Zabadani, en el extrarradio de Damasco.

Mientras tanto, la ONU trabaja contrarreloj para asegurar el despliegue de observadores internacionales , cuya misión será probablemente votada en un plazo muy breve en el Consejo de Seguridad. El equipo estará formado por entre 10 y 30 observadores de países «aceptables para Siria», según fuentes diplomáticas. «Muchos de los países probables tienen ya personal en la región, que puede desplazarse rápidamente», ha indicado Ahmad Fawzi, portavoz del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan. Entre ellos habrá probablemente observadores rusos, que ya se encuentran trabajando en la zona de los Altos del Golán.

«Por ahora tenemos un equipo avanzado preparado para embarcar en aviones y desplazarse allí, para llegar al terreno lo antes posible», ha asegurado. Dicho grupo será posteriormente seguido de otros 250 observadores adicionales en un plazo todavía no concretado.

Fawzi ha quitado importancia a los incidentes violentos que se han producido entre ayer y hoy, a pesar del alto el fuego. «En cada cese de hostilidades habrá siempre refriegas, no es inusual, a veces los bandos se ponen a prueba mutuamente. Podría haber escaramuzas durante horas, o incluso días, pero el hecho fundamental es que los bombardeos intensos han cesado», ha declarado a la cadena catarí Al Yasira.