Los rebeldes tuaregs anuncian su interés en dialogar con el Gobierno de Malí
La medida se produce tan solo un día después de la conquista del enclave histórico de Tombuctú por parte de sus tropas y ante el recrudecimiento de los combates en el norte
EDUARDO S. MOLANO
Este lunes, el grupo rebelde tuareg « Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad » expresó su disposición a entablar negociaciones con el Gobierno de Malí, tan solo unas horas después de la conquista del enclave histórico de Tombuctú por parte de sus tropas. « ... Nuestro objetivo no es ir más allá de las fronteras Azawad [norte de Malí]. No queremos crear problemas para la población, y menos aún, conflictos regionales», aseguró en un comunicado, Hama Ag Mahmoud, portavoz del grupo.
La concordia actual de los rebeldes no es extraña. Principales beneficiados de la anarquía política que atraviesa el oficialismo, el interés actual tuareg queda limitado a evitar una intervención militar en el norte del país por parte de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (Ecowas).
Sobre todo, después de que el capitán Amadou Haya Sanogo , el jefe de la junta militar que a finales de marzo derrocara al presidente maliense, Amadou Toumani Touré , anunciara ayer la vuelta al antiguo orden constitucional a la vista del imparable avance rebelde. Una declaración de intenciones (sine die) que parece otorgarle carta blanca futura en la región.
«Queremos una solución pacífica. Pero en el caso de no aceptación de la oferta de negociaciones, nuestro organismo se verá obligado a utilizar cualquier otro medio para proteger la integridad territorial de Malí», advertía hoy el presidente del organismo comunitario, Kadre Désiré Ouedraogo.
La comunidad internacional, al margen
Mientras, la comunidad internacional, eso sí, tan solo otorga la callada por respuesta. Pese a que este lunes expiraba el ultimátum regional para que la junta golpista entregara las armas , el Gobierno francés ya ha anunciado que no enviará tropas a territorio maliense para acabar con el pronunciamiento militar (algo que sí hizo, curiosamente, el pasado año para acabar con la revuelta en Costa de Marfil ).
Para Andrew McGregor, analista del «think tank» estadounidense The Jamestown Foundation , el diferente trato de favor se debería a la reciente negativa del depuesto presidente Toumani Touré a la construcción de bases militares europeas en territorio maliense para acabar con los islamistas de Al Qaida . Proyecto de futuro al que sí parece estar dispuesto el golpista Haya Sanogo.
Demasiados beneficiarios, para un solo crimen.
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