López Obrador divide a la administración mexicana tras recortar el salario a los altos funcionarios

La medida ha sido criticada por pesos pesados de Morena, el partido de AMLO, como el diputado Porfirio Muñoz Ledo. «Altos funcionarios del gobierno están ejerciendo una coerción indebida sobre los empleados de confianza para que acepten la disminución de su salario y la pérdida del aguinaldo», publicó en Twitter Muñoz Ledo, uno de los principales aliados del presidente e histórico dirigente de la izquierda mexicana.

El recorte salarial es parte de las medidas de austeridad de AMLO con las que pretende generar ahorros para combatir la crisis económica y sanitaria debida a la pandemia del coronavirus (Covid-19). «Pueden ser, nada más en disminución de los sueldos de los altos funcionarios, cerca de 3.000 millones de pesos (114,8 millones de euros)», dijo el presidente esta semana.

El objetivo de López Obrador es que el recorte sea progresivo hasta alcanzar el 25% del salario y el aguinaldo de los altos funcionarios. Se aplicaría a puestos de dirección y subdirección dentro de las agencias y ministerios de la administración. El presidente también se vería afectado.

En medio de la polémica, López Obrador está intentando que el poder Legislativo apruebe una medida que le otorgaría plenas capacidades para reorientar el presupuesto. El diputado Muñoz Ledo se ha manifestado en contra de esta «propuesta que otorga potestades unipersonales al Ejecutivo», además de rechazar que la Cámara de los Diputados se reúna debido a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.

El Fondo Monetario Internacional (espera una caída del 6,6% del PIB mexicano para 2020 como resultado de la pandemia y de los bajos precios del petróleo, uno de sus principales productos de exportación. En vez de aprobar programas de gasto público para avivar la economía, López Obrador ha preferido optar por la austeridad con el objetivo de no malgastar recursos públicos en tiempos de crisis.

Hasta el momento, México ha contabilizado oficialmente casi 17.800 contagiados y 1.732 fallecidos debido al coronavirus. El primer caso fue identificado el 27 de febrero y, desde entonces, la enfermedad no ha parado de avanzar en el noveno país a nivel mundial con más diabéticos, un 10,7% de la población entre 20 y 69 años.