El libro rojo de las «hormiguitas azules»

En plena Revolución Cultural, todos los chinos estaban obligados a llevar insignias con la efigie de Mao y blandir jubilosos el Libro Rojo con sus citas. En la imagen, tomada en 1972, un grupo de obreros junto a Mao y Lin Biao

Durante años, los rasgos externos distintivos de los chinos eran el erróneamente llamado «traje Mao» y el pequeño libro rojo. En prácticamente todas las imagenes que nos llegaban de China a mediados de los 60 y principio de los 70 aparecían las «hormiguitas azules» sonrientes ... con algo rojo en la mano. Era el «hong bao shu», literalmente «precioso libro rojo», también llamado «Mao zhuxi yulu» (Citas del presidente Mao). Se trataba del escaparate del pensamiento de Mao Zedong, una especie de catecismo o vademécum al que los chinos podían (y debían) recurrir en cualquier momento para saber como se tenía que comportar el perfecto revolucionario.

Se cree que fue el mariscal Lin Biao -uno de los «duros» del régimen y que hasta su muerte en un extraño accidente aéreo sonaba como sucesor de Mao- quien tuvo la idea de condensar la teoría política del presidente en un pequeño manual de bolsillo. Era una forma más de adular al Gran Timonel.

El propio Lin explicaba en un prólogo que no aparecería hasta la segunda edición (16 de diciembre de 1966) que «conviene aprender de memoria las frases clave (de Mao), estudiarlas y aplicarlas reiteradamente».

El librito, impreso por millones en decenas de idiomas y encuadernado en plástico rojo (de ahí su nombre), consta sólo de 57 páginas en su edición en chino (329 en castellano debido a la traducción de los sintéticos caracteres ideográficos) divididas en 33 capítulos en los que aparecen 424 citas de Mao.

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