«En Libia la guerra psicológica va a ser fundamental»

—¿Cree suficiente la resolución de Naciones Unidas?

—Este tipo de resoluciones son producto del compromiso entre los distintos países. Indica que no habrá intervención terrestre de momento. Pero quiero dejar claro que cuando se abre el portillo de la operación sabemos cómo empieza, pero no sabemos cómo va a terminar.

—¿Se puede derribar a Gadafi sin un ataque terrestre?

—No sabemos hasta qué punto Gadafi está dispuesto a resistir. Si está dispuesto a resistir hasta su última gota de sangre, Libia es un país muy grande y sus fuerzas pueden retirarse hacia el sur. Entonces sería muy difícil. Pero la exclusión aérea, el embargo, el ataque a alguna de sus bases más importantes y la amenaza de que se ataque su cuartel general le podrían hacer recapacitar y evitar una campaña que sería sangrienta. Por otra parte, nuestros países occidentales y la opiniones públicas no estarían dispuestos a soportar una guerra terrestre, de momento.

—¿Entonces el ataque aéreo puede ser suficiente definitivo?

—Si los rebeldes se hacen fuertes y reciben refuerzos, eso afectará a su capacidad combativa, mientras que a Gadafi se le impide recibir refuerzos de hombres, material y munición posiblemente tarde o temprano tendría que reconsiderar su situación a no ser que decida retirarse en la profundidad del sur de Libia.

—¿Existe el riesgo de que esta guerra acabe como Irak?

—Es totalmente distinto. No hay comparación entre el ejército iraquí y el ejército libio. Éste es mucho más reducido, no tan entrenado, no tan disciplinado. Lo que hay que evitar a toda costa es que se presente la operación como una campaña de las viejas potencias coloniales contra el pueblo árabe, que quieren volver a imponer su forma de vida. Aquí la guerra psicológica y la propaganda es fundamental. Hay que hacer llegar a su pueblo que no se trata de volver a situaciones del pasado, sino de evitar que el pueblo libio sufra y se sigan produciendo bajas indiscriminadas.

—¿El papel de otros países árabes será fundamental?

—Lo de Libia no se desarrolla de forma aislada, sino en un contexto muy complicado y muy importante para España. Es fundamental que no nos equivoquemos en nuestros pasos, porque somos uno de los países que tiene más que preocuparse por lo que pase en el Norte de África. Los países árabes seguirán muy atentamente lo que ocurra en Libia.

—¿Qué papel puede tener el Ejército del Aire español?

—Ya demostró en la Antigua Yugoslavia su potencial. El Ejército del Aire está preparado para hacer una contribución muy importante. La Fuerza Aérea española no es excesivamente numerosa, pero está perfectamente entrenada y preparada para una operación como ésta.

—¿Qué le parece el papel secundario que ha querido tener Estados Unidos?

—Las fuerzas armadas de Estados Unidos son incomparablemente superiores a las de cualquier país del mundo. Están muy comprometidos en Afganistán y siguen en Irak, y tampoco parece que tengan intereses económicos grandes en Libia. En este caso no le ha importado ceder el liderazgo porque no está en cuestión su mayor capacidad militar y ofensiva.

—¿Cree que la opinión pública española apoya esta guerra?

—Somos un pueblo importante en el mundo, con una lengua universal, pero hay una falta de aprecio por lo propio, no hay una visión de proyecto de España en el mundo. Y España puede tener una proyección muy importante en el mundo.