Lech Walesa: Premio Nobel de la Paz y expresidente polaco busca empleo
El héroe de la lucha contra el comunismo atraviesa una situación económica complicada
La pandemia ha dejado sin trabajo a Walesa, antiguo líder del sindicato Solidaridad
La vida de Lech Walesa (Popowo, 1943) es un descarnado poema sobre la historia reciente de Europa. Nacido durante la ocupación nazi de Polonia, el opositor creció en la más dura de las posguerras y aprendió electricidad antes de entrar a trabajar en ... el astillero Lenin de Gdansk, ya en la Polonia soviética. Se casó poco después con Danuta Golós , tuvieron ocho hijos y, mientras iban naciendo, lideró un movimiento de resistencia al totalitarismo comunista desde el sindicato católico Solidaridad que, como cabía esperar, terminó con él en prisión a principios de los años ochenta. Pero su trayectoria no es tan límpida y lineal como pueda parecer a primera vista. A lo largo de su carrera política, ha sido acusado de haber colaborado en los setenta con los servicios secretos comunistas polacos y de haber trabajado en los noventa para la inteligencia occidental con el nombre en clave Bolek.
Una pequeña pensión
En 1993, Walesa recibió el premio Nobel de la Paz y, tras la caída del Muro de Berlín y durante las primeras elecciones libres , fue elegido presidente de Polonia, un cargo que ejerció entre 1990 y 1995. Por ese trabajo, que sin duda marcó la historia polaca y europea, recibe hoy una pensión del 75 por ciento del que fue su sueldo, lo que supone unos 1.280 euros al mes . A esos ingresos hay que sumar lo que gana con sus conferencias, que concede alrededor del mundo, y con cursos de liderazgo y motivación impartidos fundamentalmente a empresas. Por ellos cobra unos 4.000 euros por sesión de unas dos horas, aunque siempre admite cierta negociación a la hora de fijar el precio y ofrece tarifas especiales para clientes asiduos. En total y según sus propias declaraciones, se ha venido embolsando más de un millón de zlotys al año, unos 232.000 euros, hasta la pandemia.
De nuevo arrastrada por un acontecimiento histórico, la vida de Walesa ha dado un inesperado y dramático vuelco. El Covid-19 le obliga desde ya hace casi dos años a cancelar tanto el circuito internacional de conferencias como los cursos de formación continua en las empresas , dos circunstancias que han provocado que el expresidente polaco se haya quedado prácticamente sin ingresos. «Tenía muchos viajes y trabajos planeados, con citas en Italia, Alemania y Estados Unidos, pero por desgracia todos esos viajes han tenido que ser cancelados», ha confesado al medio polaco Super Express. «Ahora estoy en bancarrota porque recibo solamente 6.000 zlotys de la pensión mensual y mi mujer se gasta mínimo 7.000 al mes».
Poca previsión. Walesa no ahorró en los buenos tiempos y esta Navidad no ha podido hacer regalos
A esas dificultades, se añade que el matrimonio Walesa no hizo gran acopio de bienes durante los años de bonanza económica. «Hubo momentos en que tenía dinero, pero luego lo gastaba», comenta el expresidente sobre su fallida estrategia financiera . Su estilo de vida nunca ha sido especialmente lujoso, pero sí viajaba con despreocupación a sus citas internacionales, sin reparar demasiado en los gastos, y ha ayudado a todos sus hijos a establecerse. Este año, sin embargo, el antiguo opositor se ha visto obligado a explicar a toda la familia que «en Navidad nadie va a recibir regalos de mí porque no hay de dónde [comprarlos]», según ha explicado al canal polaco de televisión Polsatnews.
Esas palabras conmovieron a los medios de comunicación, que han publicado entrevistas en las que Walesa intercambia los papeles y pregunta abiertamente a los reporteros si habría para él un puesto de trabajo en sus periódicos . «He tenido diferentes trabajos en mi vida. Estoy capacitado como electricista, mecánico y sindicalista , además de presidente», repasa su currículum, «así que tengo un amplio abanico de posibilidades, que abarcan desde los tractores hasta internet».
Varios galardones
Walesa no menciona que recibió el Premio Shalom en 1983, el premio Pacem in Terris en 2001, que ha sido condecorado con la Gran Cruz de la Legión de Honor y nombrado Caballero de la Gran Cruz de la Orden del Baño, ni que en 1999 le fue concedida la Medalla Presidencial de la Libertad, la más cotizada condecoración civil de Estados Unidos. Tampoco repasa los doctorados ‘honoris causa’ por universidades de medio mundo, el último en 2011 por la Universidad Europea de Madrid.
«Si no encuentro algo rápido, me tocará ir a mendigar a la puerta de la iglesia », ha llegado a declarar Walesa. Su mujer sí acepta bajo mesa las ayudas de sus hijos, pero él se niega. A sus 77 años, está dispuesto a reinventarse y ha publicado anuncios en el portal de búsqueda de empleo para mayores de 50 años Flexi.pl, en los que se presenta como un «líder experimentado, gran orador, ganador del Premio Nobel de la Paz, presidente de la República de Polonia entre 1990 y 1995 y cofundador y primer presiente de Solidarnosc». También se ofrece para celebrar «reuniones de formación con dirigentes y empresas, cursos de incentivos y servicios de promoción como fotos conjuntas y firma de autógrafos». Aunque no esconde la gravedad de su situación económica, tampoco la presenta como un drama y recuerda que no es la primera vez que busca empleo desde que abandonó la Presidencia.
El expresidente polaco Alexander Kwasniewski , que acudió a pedir consejo a Walesa para encontrar algo tan pronto como dejó el cargo, se ha pronunciado sobre el caso. «Empezó a trabajar en seguida y yo necesitaba introducirme en las invitaciones a conferencias u oportunidades de consultoría. Nos han ayudado mucho, porque cuando salimos de la Presidencia ni siquiera contábamos con la pensión y, de un día para otro, no teníamos dinero para vivir», ha señalado el político, «pero no somos los únicos que estamos mal ahora, muchos otros se encuentran también en situaciones difíciles, así que tenemos que apretar los dientes y esperar que esta pandemia finalmente pase».